¿TE DEFIENDES O CONTRA ATACAS?

Todos, en el transcurso de nuestras vidas, hemos tenido dificultades a la hora de relacionarnos con los demás. Y dentro de la comunicación, en ocasiones tenemos que echar mano del recurso de defendernos, y a veces, se nos puede pasar un poco la mano y ocurre que la defensa puede convertirse en un ataque.

Para poder generar una comunicación poderosa que permita generar acuerdos, es imprescindible poder diferenciar la defensa del ataque:

Defenderse es cuidar, resguardar o conservar algo, con un argumento válido que nos pueda llevar a una solución basada en la verdad y cuidando el bienestar del otro. Atacar, en cambio, es un tipo de violencia, quizá un poco pasiva en ocasiones, en el cual se embiste a una persona pretendiendo hacerle daño con un mensaje o un discurso hiriente con la finalidad de anular sus argumentos y ganar la discusión.

Como ejemplo, me gustaría compartirte la siguiente situación:

Ante un: “habíamos acordado en que ibas a ordenar tu lugar y no lo has hecho”, se puede recurrir a diferentes respuestas. Una de ellas sería: “disculpa, se me pasó, pero tengo otras cosas más importantes que resolver primero”. Otra sería: “yo no dejé estas cosas aquí”; y una tercera podría ser: “pues ya que, al parecer tienes mucho tiempo extra para andar fijándote en los demás, ¿por qué no lo haces tú?”

Ambas tienen un “no” implícito, pero en la segunda y la tercera existe un ataque, en uno pasivo y en otro más directo. Ambas son un claro ejemplo de un contraataque ante la evasiva de ejecutar una acción, en vez de ser manejadas directamente con paz.

¿Cuáles serían las posibles causas que generan que una persona contraataque en vez de tomar la responsabilidad y buscar una solución satisfactoria? Aquí te nombro algunas, ya que, casi sin temor a equivocarme, todos hemos generado un contraataque, ya sea consciente o inconscientemente.

La primera razón sería que, lamentablemente, tenemos la pésima costumbre de tomarnos todo personal, y ante una petición o una retroalimentación la tomamos como una ofensa.

Otro de los motivos se debe a que pensamos que, si somos agresivos, podremos salirnos con la nuestra. Y tal vez en algunas ocasiones pueda ser así, pero existe un alto costo en las relaciones y, a largo plazo, nos conducirá a que nos aíslen y que, aquello que teníamos que haber hecho, se vaya juntando con un montón de cosas más que hemos dejado sin resolver.

También, en ocasiones, la baja autoestima provoca que creamos que, si atacamos, no nos vamos a ver tan mal, ya sea irresponsables o débiles en algún aspecto pero, en el fondo sabemos que no estamos haciendo lo suficiente, y eso terminará por disminuir aún más nuestra autoestima.

Tomemos consciencia de que, cuando atacamos a una persona, no resolvemos EL PROBLEMA. Al contrario, lo agrandamos y perdemos la visión en lo que deberíamos lograr y, más allá, de aquello que valoramos y requerimos cuidar.

Para cambiar el contraataque por la defensa, puedo recomendarte lo siguiente: ante una dificultad, primero toma conciencia de qué es aquello que es valioso en la relación para que puedas cuidarlo. Y ya que lo hagas, enfócate en lo que hay que resolver, no en la otra persona. Lo que hay que resolver es una situación, no a un ser humano o a una relación completa. Después, enfócate en buscar soluciones, y no pongas pretextos ni ofendas al otro.

Seamos personas responsables, que buscan soluciones y que contribuyan a mejorar el medio ambiente en el que vivimos. Atacar sólo provoca que el problema se haga más grande y sea más complicado resolver, ya que se irán agregando más variables a la situación original.

En este día te invito a que te transformes en una persona de alto valor, en aquella persona que cumple acuerdos y toma responsabilidad. En aquella persona que sabe generar conversaciones poderosas que permiten a los demás sacar lo mejor de ellos mismos. Eso aumentará tu carisma y tu capacidad de influencia, y te convertirás en una inspiración y en alguien confiable en tu círculo social.

En coaching nos especializamos en generar una identidad de éxito que pueda contribuir y generar acuerdos a través de la mejora de las habilidades de comunicación. Si deseas, puedo apoyarte a fortalecer estas habilidades y ser un líder de tí mismo a través de inspirar a los demás con tu ejemplo.

 

coachteylealg@gmail.com

 

Autor

El Heraldo de Saltillo
El Heraldo de Saltillo
El periódico con mayor tradición en Saltillo.