Hostilidad contra la educación
Al inicio de la pasada administración federal, en diciembre de 2018, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador promovió la iniciativa para echar por tierra la que él calificó siempre como ‘la mal llamada Reforma Educativa’ que había promulgado su antecesor Enrique Peña Nieto, y escondida entre el texto del proyecto de decreto había una modificación sustancial que eliminaba la Fracción VII concerniente a la autonomía universitaria.
De inmediato se encendieron las alarmas y se levantaron voces tanto desde los partidos de oposición como desde las universidades estatales y la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES). La presión social fue tal, que tuvieron que dar marcha atrás a su intentona de eliminar la autonomía de las universidades públicas del país, argumentando –aunque se había modificado un párrafo completo para eliminar la autonomía-, que se había tratado de un ‘error de dedo’.
Seis años después, la actitud hostil del gobierno de Claudia Sheinbaum contra el sector educativo, se vuelve a repetir. Con la presentación del paquete económico de 2025 entregado el viernes pasado por el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O. al Congreso de la Unión, se volvieron a encender las alarmas porque el documento establecía una reducción de del presupuesto de entre el 2 y el 14 por ciento a todas las instituciones de educación superior que reciben presupuesto federal, entre ellas la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN). A la primera el paquete hablaba de una reducción de 5 mil millones de pesos, y de 2 mil 190 millones para el segundo.
Una vez más la presión social, de universidades, académicos, investigadores, estudiantes y empresarios, obligó a que la secretaría de Hacienda emitiera un comunicado para argumentar –oooootra vez- que los recortes presupuestales se habían debido a un ‘lamentable error’.
El ex rector de la UNAM, el coahuilense José Narro Robles publicó un artículo que tituló ‘Un inicio preocupante’, refiriéndose al arranque del gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo que, consideró, “no ha sido el que muchos quisiéramos ver por el bien de nuestro país”, y aunque no se refirió exclusivamente al tema educativo, calificó a las Universidades del Bienestar Benito Juárez creadas por el anterior gobierno, como un ‘fraude educativo’.
En relación con el proyecto de presupuesto de egresos presentado por el titular de Hacienda, el doctor Narro Robles escribió que “se premia al fraude educativo de las reprobadas universidades del bienestar con un incremento de mil 400 millones de pesos equivalente al 93 por ciento de lo aprobado para el año en curso”. (…) No había ninguna necesidad de repetir el error de diciembre de 2018 cuando se intentó, también fallidamente, disminuir el presupuesto de la UNAM y la educación superior pública. Hay que reconocer que se actuó oportunamente para resolver en parte la pifia, ya que aún quedan afectadas otras instituciones (…)”, escribió en su columna en el periódico El Universal.
Mostrando una gran sensibilidad ante la crítica, no expresada en la asignación de recursos a rubros como educación y salud, por mencionar dos botones de muestra, la presidenta Claudia Sheinbaum respondió al estilo de la ‘cuatroté’ durante la mañanera de este jueves a la publicación de José Narro Robles.
“Es un desconocimiento total”, dijo, “es un programa educativo distinto, sí, pero hay que preguntarles a las y los jóvenes que asisten a las Universidades Benito Juárez (…) Es mucha la ignorancia el que se diga que es fraudulento”, mencionó la presidenta, a quien no le mereció ningún comentario esta segunda intentona de gobiernos de su partido, por minar la educación superior pública en nuestro país; hace seis años con la intentona de desaparecer la autonomía universitaria, y ahora con una reducción sensible al presupuesto.
Ya sabe usted, uno nada más por metiche y preguntón, si es que en realidad existen, funcionan y son productivas las 100 Universidades del Bienestar prometidas por Andrés López ¿Era necesario construir nuevas universidades y a las que existen quitarles o reducirles el presupuesto para ir provocando su deterioro y desaparición?
¿No era mejor invertir en las universidades estatales públicas que ya existen desde hace muchos años, remodelar sus instalaciones, modernizarles sus equipos, renovar los mobiliarios, mejorar los salarios de maestros e investigadores que desde hace años trabajan en busca de mejorar la calidad educativa de nuestros jóvenes?
¿Por qué esa actitud tan hostil de parte de la autoproclamada ‘cuatroté’ contra la educación, la ciencia, el arte?
X= @JulianParraIba
Autor
- Es director del diario digital La Otra Plana y la revista impresa Metrópolis. En cuatro décadas de ejercicio periodístico ha trabajado en diarios como El Norte de Monterrey, La Opinión-Milenio en Torreón, Esto en la Ciudad de México y a.m. en León, Guanajuato entre otros; ha sido conductor en programas de radio y televisión. Es columnista en varios medios impresos y digitales de Coahuila y Durango.
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