Errando, errando…
Cuando estaba en la secundaria pertenecía al taller de cocina. En alguna ocasión nos pusieron la tarea de bordar en una tela de cuadrillé la portada de nuestro diario de cocina. Para ser muy honesta, el bordado con hilaza y aguja no era lo mío, y muchas veces se me hacía nudos la hilaza y tenía que cortar para poder empezar de nuevo. Al observar como mi paciencia se iba deteriorando a medida que avanzaba el tiempo mi abuela me instó a seguir adelante diciendo: No pasa nada, «errando, errando, se va acertando»
Si bien es cierto que al cometer errores tenemos la oportunidad de aprender de ellos, no es menos verdadero que hay de errores a «horrores» como el cometido por el canciller Juan Ramón de la Fuente, quién designó a Jorge Islas López como coordinador general de los Consulados de México, a pesar de las denuncias presentadas por diplomáticas, quienes sufrieron acoso y otros tipos de violencia en contra de la mujer de parte del ex cónsul de México en Nueva York.
Por lo que el día 16 de octubre de este año, las agraviadas dirigieron una carta a la presidenta Claudia Sheinbaum, en la que relatan que a pesar de haber agotado todos los recursos denunciando a Islas López frente a la Secretaría de Relaciones Exteriores, el Órgano Interno de Control, Secretaría de la Función Pública y otros organismos, sus denuncias no fueron tomadas en serio y el ex canciller solo recibió medidas «paliativas» cómo enviarlo a cursos de capacitación en temas de igualdad de género, discriminación, asertividad y trabajo en equipo.
Pareciera que la voz de las mujeres, plasmada ya en la tres de tres contra la violencia, siguiera sin escucharse. Pues sí no es así, ¿de qué otra forma podemos interpretar el hecho de que habiendo denuncias en contra de un funcionario este siga ejerciendo y además cuente con el privilegio de ser de nuevo nombrado y considerado para seguir al frente de las instituciones en las que, valiéndose de su poder, ha violentado a compañeras y subordinadas dentro de la SRE?
¿Acaso no es este un claro mensaje de que las voces de las mujeres siguen siendo opacadas ante los abusos cometidos por los hombres que se encuentran en las más altas esferas del poder?
Recordemos que Islas López fue nombrado cónsul de Nueva York por el ex presidente López Obrador, ¿No es esta una clara muestra de cómo funciona el patriarcado para oprimir a las mujeres?
Es cierto que como decía mi abuela «errando, errando, se va acertando», pero no podemos permitir que estos errores se sigan cometiendo en favor de solapar los actos de violencia que se generan desde los puestos de poder público, ya que dichos puestos son designados justamente para servir a la ciudadanía y no para servirse de ella.
Al otorgarle poderes a personajes como Islas López se envía un mensaje de tolerancia y hasta indulgencia frente a los actos de violencia cometidos en contra de las mujeres.
Por su parte la presidenta Claudia Sheinbaum, señaló en una de sus conferencias mañaneras que se atendería el caso.
La sorpresa vino el día martes de esta semana, cuándo Jorge Islas López emitió un comunicado mediante la red social «X» antes Twitter en el que, jugó la ya tan famosa carta del no puedo ser agresor porque tengo madre, esposa e hijas, ya que señaló ser padre de dos hijas activistas feministas quienes lo han sensibilizado acerca de los temas de discriminación y violencia en contra de las mujeres. Es ridículo, ofensivo e insultante cómo los funcionarios salen a defenderse usando como escudo a las mujeres de su familia.
Lo único bueno de todo esto es que Islas López decidió declinar el encargo, según él, para estar en posición de defenderse de las acusaciones infundadas en su contra.
Ahora bien, me pregunto, si tales acusaciones son infundadas ¿por qué se le mandó al señor a capacitar en temas de violencia de género y discriminación? No ha de ser por blanca paloma.
En fin, como diría mi abuela «errando, errando, se va acertando» así que esperaremos que los nombramientos a encargos públicos sean revisados minuciosamente de ahora en adelante para no permitir que violadores, deudores alimentarios y acosadores puedan acceder a esferas más altas del poder donde tienen acceso a más privilegios y por lo tanto, acceso a muchas más posibles víctimas.
#3de3ContraLaViolencia #NingunAgresorAlPoder
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