AVISO DE CURVA

Morena y la profecía electoral en Coahuila

Las elecciones del 2 de junio fijaron un nuevo rumbo en la política de Coahuila, especialmente en Morena y sus aspiraciones de convertirse en el partido que termine con la hegemonía histórica del PRI.

No es ningún secreto y mucho menos una sorpresa que el senador Luis Fernando Salazar Fernández y la senadora Cecilia Guadiana Mandujano lideren las menciones para las elecciones de gobernador en 2029. Esta ventaja se fortaleció cuando ambos obtuvieron las senadurías de mayoría para Morena en un estado gobernado por el PRI.

Aun así, habrá que estar atentos a los movimientos en el tablero, pues en Morena siempre hay espacio para nuevos liderazgos.

De hecho, recientemente se ha mencionado al senador Alfonso Cepeda Salas. Si bien el profesor Cepeda fue seleccionado de la lista nacional, el gremio que dirige lo ve como un corredor fuerte.

Tiene todo el sentido incluir a los tres senadores de Morena como posibles aspirantes a la gubernatura. En elecciones recientes, la Cámara Alta se ha convertido en la plataforma de los principales candidatos opositores. Por allí pasaron Jorge Zermeño, Guillermo Anaya y Armando Guadiana.

Pero vayamos más despacio. Los resultados de las elecciones federales y estatales de las últimas tres décadas perfilan dos principios aparentemente interconectados que dibujan una especie de profecía política; algunos incluso le llaman déja vu.

Estas sentencias se pueden abreviar y relacionar de la siguiente forma: en Coahuila, el partido que gana la presidencia también gana las elecciones de senadores. Pero el vencedor de las elecciones de senadores no gana la gubernatura.

Los pronósticos electorales para las votaciones estatales de 2029, que se infieren de estas máximas, son sin duda incómodos para los opositores al PRI, incluyendo a Morena.

La historia comienza en el 2000 con la victoria de Jorge Zermeño en la elección de senadores bajo la bandera del PAN. Ese mismo año, su correligionario Vicente Fox ganó la presidencia. Sin embargo, en las elecciones para gobernador de 2005, Zermeño fue superado por Humberto Moreira del PRI.

En 2006, Felipe Calderón fue elegido presidente y Guillermo Anaya ganó la senaduría, ambos por el PAN. Cinco años después, Anaya perdió la gubernatura frente a Rubén Moreira del PRI.

Una excepción se presentó en las elecciones federales de 2012, cuando Enrique Peña ganó la presidencia y los candidatos del PRI al Senado en Coahuila sucumbieron ante sus adversarios del PAN. Esto no impidió que el PRI con Miguel Riquelme venciera al PAN de Guillermo Anaya en las votaciones para gobernador en 2017.

En 2018, Morena aseguró la presidencia con López Obrador y la senaduría de mayoría en Coahuila con Armando Guadiana. Las condiciones eran inmejorables para terminar con la profecía. No obstante, Guadiana no corrió la misma suerte en las elecciones estatales de 2023, perdiendo la carrera por la gubernatura ante Manolo Jiménez, de una alianza liderada por el PRI.

Para 2029, el escenario podría cambiar drásticamente. Pero atención, porque esta película ya la vimos. Lo mismo se dijo cuando Morena ganó el Senado en 2018. También le ocurrió al PAN en 2012, pues aseguraban que la historia no se repetiría en 2017. Sin embargo, la profecía se cumplió.

¿Sucederá otra vez? Las opiniones están divididas. Para algunos, esta profecía es solo una leyenda política. Para otros, es más que eso.

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El Heraldo de Saltillo
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