COMPETENCIA Y COOPERACIÓN

 

Columna de El Colegio de Economistas de Coahuila, A.C.

 En búsqueda de la prosperidad: Premio Nobel de Economía 2024 

Por: M.C. Alberto Damián Flores Araujo 

Esta semana comenzamos con noticias importantes dentro del campo de la ciencia económica, debido a que, este lunes la Real Academia de las Ciencias de Suecia otorgó el Premio Nobel de Economía 2024 al economista turco Daron Acemoğlu, y a los británico-estadounidenses Simon Johnson y James Robinson, por sus contribuciones al estudio de como las instituciones tienen un impacto (negativo o positivo) en la prosperidad de todos los países.

Una de las obras clave para entender esto es la escrita por el Dr. Acemoğlu y el Dr. Robinson “¿Por qué fracasan los países?”, la cual es lectura obligada dentro de nuestros cursos de economía, o simplemente como cultura general. Aquí se detalla de manera relevante la importancia que las instituciones tienen para lograr el desarrollo económico, político y social dentro de las naciones, el tan citado y tristemente ejemplo que describen los autores sobre las dos Nogales situadas en Sonora y Arizona, explica que a pesar de ser ciudades que comparten las mismas características climáticas y geográficas, solamente separadas por la frontera, poseen niveles de bienestar y desarrollo económico sumamente distintos, incluida la tasa demográfica, la cual es mucho mayor en Nogales, Sonora. Los autores señalan que las instituciones políticas y económicas son fundamentales para el éxito de cada país, en este caso, de estas ciudades, desde las políticas públicas implementadas en materia de educación, salud, seguridad, corrupción, entre otros temas, así como el fortalecimiento de las instituciones en todos sus niveles.

Los estudios que han llevado a cabo estos tres economistas se centran en las hipótesis de que las instituciones que son inclusivas, que fomentan la participaciones social y el acceso a las oportunidades son un elemento clave en el crecimiento económico, mientras que las instituciones que tienden a tener una mayor concentración de poder y con miras a destinar la riqueza en ciertos grupos de la sociedad, tendrán una tendencia al estancamiento, la desigualdad y por ende al rotundo fracaso de sus economías, entrando en un círculo vicioso de pobreza y desigualdad. En este sentido, los resultados de sus investigaciones sugieren que las democracias que tienden a respetar el Estado de Derecho garantizando los derechos de sus habitantes han proyectado una mayor y mejor actividad económica en los últimos 500 años.

Por otro lado, el origen de las instituciones como las conocemos hoy en día en las economías más avanzadas ha sido tema de debate por otros investigadores, por ejemplo, otra lectura obligada es el libro de “Pateando la escalera”, del economista Ha-Joon Chang, en esta obra el Dr. Chang plantea que los países que hoy en día se consideran como prósperos (concepto usado por los recién galardonados) utilizaron estrategias proteccionistas y políticas intervencionistas en su afán de alcanzar el crecimiento, aunque ahora promuevan la liberalización económica, es decir, es una crítica a las políticas económicas impuestas por los países desarrollados a los países que hoy en día buscan la prosperidad económica, donde las instituciones son claves para alcanzar lo anterior.

En resumidas cuentas, la debilidad institucional, la corrupción, una menor inversión extranjera directa y la falta de capital humano son un común denominador en los países más pobres del mundo y en muchos que se encuentran en vías de desarrollo. En este sentido, Acemoğlu, Johnson y Robinson señalan que dentro de la ecuación para alcanzar el crecimiento y desarrollo económico adecuado, más allá del Producto Interno Bruto, y los índices de desarrollo humano, es necesario fortalecer y otorgar una mayor representatividad a las instituciones, ya que como lo dijo el presidente del Comité del Premio de Ciencias Económicas, están son necesarias para reducir el problema de la desigualdad mundial.

Por último, para alcanzar lo anterior, es importante prestar mayor atención a la economía institucional, así como incluirla en los cursos de economía en las universidades, para así incentivar el estudio por la interacción entre las instituciones y la economía, con el objetivo de tener un mejor conocimiento en como las instituciones influyen en un mejor desarrollo, rendimiento y funcionamiento de la economía, y así alcanzar la prosperidad que tanto buscamos como científicos sociales.

 

Nota: el autor es vicepresidente Región Sureste Colegio de Economistas de Coahuila