CONVIRTIENDO LAS PRUEBAS EN TRIUNFOS

 

En una ocasión se le preguntó a un grupo de alumnos, mostrándoles un ladrillo, que qué era lo que veían ahí. Los primeros, objetivamente, comentaron que era un trozo de barro, algunos más se adentraron diciendo que podía ser un proyectil, un arma o un pedazo de construcción.

El maestro, queriendo profundizar en el significado, les indicó que, más allá de lo evidente, ¿qué era lo que veían en esencia?… todos quedaron mudos, sin entender. En eso, comenzó a proyectar diapositivas de grandiosas catedrales, de hermosos monumentos, majestuosas mansiones e increíbles pasajes y construcciones. Y, atinadamente, les dijo:

“Todo depende del significado que le otorguen las manos de quienes sostienen el ladrillo, así como de sus más profundas intenciones”.

Lo mismo sucede con nuestros problemas y nuestros momentos de prueba… Dependiendo de las manos con las que queramos tomarlos y de la visión que tengamos ante ellos, podremos generar diferentes tipos de intenciones: unas que nos llevarán a la destrucción y otras que nos permitirán construir la mejor versión de nosotros mismos.

Existen varias maneras de poder cambiar la percepción y la actitud fatalista ante un suceso que nos impide realizar nuestros sueños, para poder transformarlo en una pieza importante en la reconstrucción de nuestra historia, bajo una visión mucho más proactiva que nos ayudará a mantener el estado emocional adecuado para conectar con los recursos internos y las habilidades necesarias que requerimos para transformar cualquier obstáculo en una oportunidad de crecimiento:

La primera consiste en cambiar el OBSERVADOR: Imagina que eres otra persona, ajena al problema, de preferencia alguien a quien tú admires o que ya haya tenido éxito en circunstancias similares. Mira la situación como si fueras esa persona, con su perspectiva de vida y su actitud, sin la CARGA EMOCIONAL. Bajo esa perspectiva, ¿cuál sería la importancia que le pudiera dar a lo que te está sucediendo? ¿sin los apegos o cargas emocionales hacia la situación qué soluciones vería?

Esto te ayudará a cambiar el SIGNIFICADO: Darle una perspectiva diferente. En vez de llamarle fracaso, después de una visión objetiva del problema, declara que es una oportunidad de mejorar. En vez de gasto, llámale inversión; en vez de “a todo mundo le vale un cacahuate”, mejor expresa que “cada uno hace lo que mejor puede de acuerdo con sus herramientas y su perspectiva”.

Después declara “basta”: “Basta a sentirme mal”. “Basta a quedarme estancado”. “Basta a dejarme llevar por una visión más corta que la mía…”

Luego, cambia el “por qué” por “para qué”. Cuestiónate: ¿para qué está esto aquí en mi vida? ¿Qué es lo que vino a enseñarme? ¿Cuál es esa parte, esas banderas rojas que no vi o dejé pasar?

Finalmente, piensa en la solución: ¿Qué es lo que quiero lograr? ¿Qué es lo que quiero sentir? ¿Cómo puedo hacerle para que, con lo que ahora hay, pueda lograrlo?

Desconocemos el valor de la sabiduría y el coraje interno que despierta dentro nuestro cuando aprendemos a encontrar el aprendizaje. Cada situación que vivimos tiene un maravilloso regalo: nos da sabiduría para que en la siguiente ocasión podamos hacer más fácilmente las cosas y también para adaptarnos a nuevos rumbos, permitiendo que podamos seguir construyendo nuestros sueños sin importar las circunstancias.

Así que no te rindas, mejor, construye un nuevo plan de acción. Y si así lo deseas, puedo acompañarte en el proceso para que no renuncies a tus sueños, sino que tengas la certeza absoluta de que puedes lograrlos, aunque las condiciones externas sean diferentes.

 

coachteylealg@gmail.com

 

Autor

El Heraldo de Saltillo
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