ZAGAL

DOS no son mejor que UNO

El fundamento de la economía política y, en general, de toda ciencia social es evidentemente la psicología. Quizá llegue el día en que podamos decidir las leyes de la ciencia social a partir de los principios de la psicología.” Vilfredo Pareto, 1906.

La falacia de la conjunción es un error lógico derivado de un sesgo cognitivo que nos lleva a creer que la ocurrencia conjunta de dos o más eventos es más probable que la ocurrencia de uno solo.

Este concepto, formalizado por los psicólogos Amos Tversky y Daniel Kahneman en 1983, desafía nuestra intuición y nos muestra cómo nuestras mentes pueden jugar en nuestra contra. La falacia se basa en la creencia errónea de que la probabilidad de que ocurra la unión de A y B es mayor que la probabilidad de que solo ocurra A.

Matemáticamente, los autores en comento fijaron la siguiente ecuación para expresar en lenguaje algebraico la falacia de la conjunción de la siguiente manera:

Pr (A∩B) ≤ Pr (A)

  • A y B representan eventos o condiciones específicas.
  • Pr (A∩B) representa la probabilidad de que ambos eventos A y B ocurran simultáneamente.
  • Pr (A) representa la probabilidad de que ocurra el evento A.

*no se usted, pero yo me vengo enterando que se utiliza para expresar la intersección de dos conjuntos. NO POS VA.

La interpretación de esta ecuación nos lleva a concluir que “la probabilidad de que ocurran A y B en conjunto es menor o igual que la probabilidad de que ocurra A«. No obstante, muchas veces nuestras intuiciones nos llevan a ignorar esta lógica.

Me explico.

El ejemplo más famoso, propuesto por Tversky y Kahneman, para ilustrar este fenómeno, es el siguiente:

Linda tiene 31 años, es soltera, extrovertida y muy inteligente. Obtuvo la licenciatura en filosofía. Cuando era estudiante, se interesó y preocupó por temas relacionados a la discriminación y justicia social y participó en protestas contra desarrollos nucleares.

 Ordene los siguientes eventos de acuerdo a su probabilidad, con “1” para el más probable y “2” para el menos probable:

 A – Linda es una cajera de banco.

B – Linda es una cajera de banco y miembro de un movimiento social.

 Según los informes de los autores, curiosamente, la lógica de la mayoría de las personas (alrededor del 80%) los -nos- llevaría a elegir la segunda opción como la más probable, lo cual termina siendo un claro ejemplo de la falacia de la conjunción.

Y es que, si asignamos probabilidades estimadas y llevamos el problema a la ecuación, pudiéramos decir que:

  • 𝑃r (Linda es cajera de banco) = 0.05.

Y, como es alta la probabilidad de que sea miembro de un movimiento social, diríamos que:

  • 𝑃r (Linda es miembro de un movimiento social) = 0.95.

Al asumir que estos eventos son independientes, la probabilidad conjunta sería:

  • 𝑃r (Linda es cajera de banco miembro de un movimiento social) = 0.05 × 0.95 = 0.0475.

Esto resulta menor que la probabilidad de 0.05 de que Linda sea solo cajera de banco. Por lo tanto:

  • Pr (Linda es una cajera de banco y Linda es miembro de un movimiento social) ≤ Pr (Linda es una cajera de banco).

Pareto no se equivocaba al señalar que todo recae en la psicología. O por lo menos debería. Para el caso de las falacias, puede discutirse si entran dentro del ámbito de la psicología, o no. Yo creo que sí, dado que representan una forma de razonamiento erróneo, aunque no soy ingenuo al hecho de que pueden cometerse de manera intencional. Lo que es innegable es que, aunque el error esté en la lógica interna, el impacto de una falacia es principalmente emocional o psicológico.

Por ejemplo, imaginemos el siguiente caso inventado:

Salvador es abogado y tiene 34 años. Al graduarse, se interesó por la política y la administración público, participando en múltiples campañas y trabajando en varias administraciones. 

Que sería más probable: 

– Salvador es un excelente burócrata.

– Salvador es una excelente burócrata y sería un gran Juez. 

Haciendo uso de la lógica y del algebra descritas líneas arriba, tanto usted como yo, querido lector, estaríamos de acuerdo en que la probabilidad apunta a que Salvador es un excelente burócrata y punto. Lamentablemente, la experiencia nos indica que la mayoría de las personas creerían que, además de lo evidente, Salvador también sería un gran Juez.

Reciban un saludo. Muchas gracias.

@dan_fdz

 

Maridaje.

Lectura:

 

Behavioral Economics: Past, Present, and Future – Richard H. Thaler.

 

Música:

 

Contigo – Joaquin Sabina.

 

 

Autor

El Heraldo de Saltillo
El Heraldo de Saltillo
El periódico con mayor tradición en Saltillo.