PLAZA CÍVICA

Los olvidados políticos 

“Ellos no eran ricos ni poderosos. Eran, verdaderamente, los olvidados de este mundo.” La película Los Olvidados, de Luis Buñuel, retrataba el México pobre y marginado de 1950. Después de más de medio siglo, en 2018 llegó el inevitable terremoto político. Sin embargo, hoy en día parece que surge una nueva clase de olvidados mexicanos. Llamémosles los olvidados políticos.

“La política es un negocio irracional, es psicológico, sentido y emocional. Y ser ignorado es una invalidación, duele incluso si ese grupo tiene una política que beneficia a su lugar y clase … si no te ven, si no te hablan en formas muy directas, y van contigo, ya sabes, visitar a ras de suelo…”. Esa es Sarah Smarsh, una intelectual estadounidense de orígenes rurales y humildes que terminó por acudir a las mejores universidades estadounidenses. Hablaba de Estados Unidos y Trump. Pero bien pudo estar hablado de México y López Obrador.

En el país había sed de justicia social, y López Obrador la sació de manera importante. Como comentó el académico Gerardo Esquivel, de 2008 a 2018 cien mil mexicanos cayeron en la pobreza mes con mes. Pero de 2018 a 2022, cien mil mexicanos salieron de la pobreza mes con mes. El presidente recorrió el país constantemente, reuniéndose en las plazas públicas con millones de mexicanos. El jefe de Estado mexicano confirmaba, reafirmaba, validaba su existencia. La gran ironía es que el conjunto de políticas lópezobradoristas han traído —y seguirán trayendo— una destrucción social y política considerables, y una mediocridad económica significativa (en el mejor de los casos). Ningún jefe de Estado ha calumniado, denigrado y vilipendiado a más mexicanos como el que hoy ocupa la silla presidencial.

¿Comienza a surgir en México la sed de justicia legal y política? Primero, hubo una cuasi-elección de Estado como no se veía en décadas: una violación abierta y sistemática a las leyes electorales, el uso de recursos públicos masivos para apuntalar a la candidata favorita del presidente, y una enorme cargada de funcionarios públicos. Después, se impuso una sobrerrepresentación que dejó sin representación a millones de mexicanos: violando flagrantemente el espíritu de la Constitución, los innumerables precedentes judiciales existentes, y la naturaleza de la representación proporcional y la representatividad democrática. Finalmente, el país acabó con mayorías artificiales autocráticas aplastantes: 54% del voto de Morena y aliados se convirtió en 73% de los diputados y un número parecido de senadores, y el 46% de los votos de la oposición acabaron en un minúsculo 27% de los asientos legislativos. Ahora, esa mayoría artificial quiere acabar con el INE, el Poder Judicial y la democracia mexicana.

Los olvidados del México pobre acabaron cimbrando al país. Vienen ahora millones de mexicanos que no están representados políticamente ante las artimañas de Morena y sus aliados. De una masiva injusticia social pasamos a una enorme injusticia legal y política. ¿Qué seguirá?

 

fnge1@hotmail.com

 

@FernandoNGE

 

Autor

Fernando Nùñez de la Garza Evia
Fernando Nùñez de la Garza Evia
Licenciado en derecho por la Universidad Iberoamericana (UIA). Maestro en estudios internacionales, y en administración pública y política pública, por el Tecnológico de Monterrey (ITESM). Ha publicado diversos artículos en Reforma y La Crónica de Hoy, y actualmente escribe una columna semanal en los principales diarios de distintos estados del país. Su trayectoria profesional se ha centrado en campañas políticas. Amante de la historia y fiel creyente en el debate público.
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