ALGO QUE VALE LA PENA LEER

La inteligencia de los bosques

“Hubo árboles antes de que hubiera libros, y acaso cuando acaben los libros continúen los árboles. Y tal vez llegue la humanidad a un grado de cultura tal que no necesite ya de libros, pero siempre necesitará de árboles, y entonces abonará los árboles con libros.” Miguel de Unamuno.

Con esta sabia y reflexiva frase da comienzo el libro: “La inteligencia de los bosques” editorial Guadalmazán, 2022, del ingeniero forestal y doctor en medio ambiente, Enrique García Gómez, quien ha publicado más de una decena de libros abogando por la naturaleza, siempre desde la perspectiva de que para proteger y amar nuestro entorno, es necesario entenderlo, comprender su historia, forma de comunicarse y su reacción a la coexistencia con otras especies, particularmente el ser humano.

Este libro en particular nos habla de los bosques, ese complejo ecosistema habitado por una gran cantidad de vegetación y por supuesto, árboles, que desde el inicio de la historia conocida han sido apreciados como un referente simbólico de vida extraordinario, e incluso, sagrado. Valor que evidentemente en la actualidad se ha perdido.

Para entender la importancia del papel que juegan los árboles en la existencia humana, García Gómez nos lleva a recorrer desde las raíces, su función y complejo entramado comunicante, semejante a una asombrosa “wood wide web”, al tronco, ramas, hojas, frutos y por supuesto la capacidad de adaptación, comportamiento y supervivencia de estas maravillosas especies. Desde datos técnicos como aprender la historia de sequías y años lluviosos gracias a los anillos que se forman al interior del tronco; el hecho de que las palmeras no son árboles sino una especie distinta, pues poseen un falso tronco conocido como estipe o estípite, hasta casos y anécdotas históricas sorprendentes, aderezadas con una extensa selección de imágenes que ilustran a la perfección este recorrido narrativo por el universo vegetal de estos silenciosos, pero al mismo tiempo, magnánimos amigos.

Una excelente recomendación de lectura que, entre otros objetivos, como bien dice el autor: “tiene la intención de intentar despertar la capacidad de admiración y asombro ante tantas cosas tan próximas que, probablemente, pasan inadvertidas”.

 

Somos lo que hemos leído y esta es, palabra de lector.