A LA BÁSCULA

No son ignorantes

El principal inquilino de Palacio Nacional dice que se va feliz porque a los jóvenes ya no se les puede decir ‘ninis’ como antes porque no estudiaban ni trabajaban, porque ahora se les dan becas y capacitación en empresas, aunque habría que realizar una medición de la efectividad de los programas sociales para apoyar a ese grupo de la población, y verificar el destino que le están dando a los recursos que el gobierno les regala y que es dinero de todos los mexicanos.

En cambio, a los que sí estudian los califica como ignorantes y pendejos –no con esa palabra, pero sí con su equivalencia-, cuando se refiere a los estudiantes de la Faculta de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que han mostrado su rechazo a la Reforma Judicial que pretende la autoproclamada cuarta transformación.

Los jóvenes universitarios, sostiene quien –todavía- es presidente de la República, están siendo manipulados y engañados por sus maestros, es decir, están ‘pendejos’, no tienen capacidad de raciocinio ni capacidad de análisis, y solo reaccionan como borregos al llamado del cencerro. Y los considera ignorantes, porque no tienen ni la mínima idea de lo que significa la pretendida Reforma Judicial, que permitirá que jueces, magistrados y ministros puedan llegar a ocupar esos puestos no por sus capacidades, sino por los votos del ‘pueblo bueno’.

Si hay quienes están aprendiendo a leer e interpretar documentos legales, son precisamente quienes están estudiando la carrera de derecho, porque en el ejercicio de su profesión una vez graduados, esas capacidades de comprensión lectora, retención e interpretación de los documentos, las leyes y todos sus recovecos, es lo que les permitirá ir avanzando en su profesión.

Y así con estudio, capacidad y experiencia en el campo de la Litis, los hoy estudiantes de derecho aspiran y tienen todo el derecho de hacerlo, de

realizar una carrera judicial que en el futuro les permita aspirar a ser jueces, magistrados o ministros. Claro que entienden, comprenden y advierten lo que pasará en todo el país, y particularmente con ellos, con los estudiantes de derecho, que perderán toda posibilidad de alcanzar la cúspide en una carrera judicial basados en sus capacidades, porque ahora podrán llegar a esas posiciones, los más simpáticos y agradables ante la gente, o los que con recursos provenientes de sabrá Dios dónde, puedan comprar los votos de la gente, como si de la elección de la reina de la primavera en el pueblo se tratara.

Total, ni que fuera tan difícil el derecho, arguye ya saben quién, total con un título y ser honestos, con eso ya pueden ser jueces. Lo mismo decía de gobernar, que no era tan difícil, y solo le bastaron seis años para destruir una gran parte del andamiaje institucional que llevó décadas ir edificando ladrillo por ladrillo en el día a día, hasta llegar hasta lo que, siempre perfectibles como todo, llevó a México a ser considerado en muchos rubros democráticos como ejemplo a nivel mundial: nuestro sistema electoral, la división de poderes, el sistema de transparencia, de derechos humanos entre otros.

También mostró al mundo su ignorancia cuando como fondo tenía torres eólicas en el sur del país y decía que esos ‘ventiladorsotes’ no ayudarían a generar la energía que México necesita, por lo que prefirió apostarles a los combustibles fósiles para seguir generando electricidad a través de nuestra empresa ‘de clase mundial’. Y siguiendo los pasos de su líder, el titular de la CFE Manuel Bartlett rechazando la generación de energía con paneles solares, porque ‘y los días que estén nublados’.

No, presidente, no te equivoques. Nuestros jóvenes universitarios, son estudiantes, no son ignorantes.

Pero síganle como van, que ya estudiantes de otras universidades, entre ellas la Ibero y el ITESO, se han sumado a los unamitas en repudio de la pretendida Reforma Judicial. Y pronto, ya lo iremos viendo, se van a ir sumando sucesivamente, estudiantes de derecho de otras universidades -públicas o privadas-, y esto puede ir creciendo como una bola de nieve, que a Andrés Manuel le vale madre porque él en un mes se va, y no le importa el tiradero que le va a dejar en casa a su sucesora Claudia Sheinbaum, a quien pareciera

que es su último propósito antes de irse, dejarle dinamitado el camino, para que no pueda tener un inicio como el que él tuvo hace seis años.

Claudia debería recordar el paro nacional que México vivió a mediados de los 60, y que inició por una protesta de médicos y enfermeras por mejoras salariales, y los límites que alcanzó tras casi un año de duración. Bueno pues su ‘sensei’ y adorado líder le pudiera estar dejando para que le explote en las manos como petardo, el inicio de algo similar.

No desestimen ni minimicen a nuestros jóvenes universitarios, son estudiantes, no ignorantes ni pendejos.

laotraplana@gmail.com

X= @JulianParraIba

 

Autor

Julian Parra Ibarra
Es director del diario digital La Otra Plana y la revista impresa Metrópolis. En cuatro décadas de ejercicio periodístico ha trabajado en diarios como El Norte de Monterrey, La Opinión-Milenio en Torreón, Esto en la Ciudad de México y a.m. en León, Guanajuato entre otros; ha sido conductor en programas de radio y televisión. Es columnista en varios medios impresos y digitales de Coahuila y Durango.
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Julian Parra Ibarra
Es director del diario digital La Otra Plana y la revista impresa Metrópolis. En cuatro décadas de ejercicio periodístico ha trabajado en diarios como El Norte de Monterrey, La Opinión-Milenio en Torreón, Esto en la Ciudad de México y a.m. en León, Guanajuato entre otros; ha sido conductor en programas de radio y televisión. Es columnista en varios medios impresos y digitales de Coahuila y Durango.