Que la edad no apague el amor

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Monterrey, NL.- El estilo de vida de las personas mayores ha cambiado con fortuna en las últimas décadas.

En la actualidad, la gente de 60 años y más asiste a sus empleos y socializa, y a diferencia de otras épocas, la mayoría elige reunirse con amigos, salir a pasear, viajar y convivir con hijos y nietos.

Algunos adultos mayores llevan una vida muy activa y saludable: corren o trotan desde temprana hora, cuidan su alimentación y tratan de mantenerse en forma.

Sin embargo, hay un aspecto que suele quedar rezagado en los matrimonios de personas mayores: la sexualidad.

“La sexualidad no es sólo tener sexo, sino también las caricias, respeto y cariño”, dice la ginecóloga Silvia Cantú. “El ser humano, a la edad que sea, necesita sentirse querido, acompañado, cuidado y valorado”.

Mantener la llama conyugal en la pareja de adultos mayores, considera la especialista, contribuye a tener una buena calidad de vida.

“Realmente no hay una edad el ser humano hasta el último día de su vida debe tener ese amor y esa admiración”, comenta la especialista.

La sexualidad también incluye la comunicación y la cercanía de ambas personas, indica la psicóloga Sanjuana Gómez, catedrática de la Escuela de Psicología de la UDEM.

“La sexualidad, cuando las personas son maduras, está más orientada a la función de compañía, de acercamiento con una persona con la que puedo compartir, con la que cuento.

“La actividad sexual forma parte de esa cercanía», añade la experta en personas mayores.

La monotonía, la disminución del interés por el otro, los efectos de la menopausia y andropausia, y el síndrome del nido vacío (las emociones negativas que los padres experimentan cuando sus hijos se van de casa) pueden ser algunas causas para el “enfriamiento” de la relación.

Intereses y amistades en común

Cuando los hijos se van, muchas parejas mayores se encuentran con un vacío emocional y un desconocimiento de su propia relación.

Por eso es necesario fomentar los intereses y las amistades en común para mantener la llama conyugal.

“Las amistades en común son muy importantes, no hay que perderlas. Que el esposo sea amigo de las amigas de la esposa y viceversa”, sugiere Cantú.

“Así cuando ya están en la etapa en la que se quedan solos pueden salir de viaje, de baile o de copita. Esto ayuda a reavivar el amor”.

Hay que voltear a ver a la pareja, pues es en esta etapa en la que finalmente los esposos pueden retomar los lugares que acostumbraban en su juventud, expresa Gómez.

Sobre la menopausia, andropausia y demás cuestiones hormonales, la médico precisa que siempre hay auxiliares médicos que salven la intimidad en el hogar.

“Nadie tiene que pensar que porque tienes 60 o más ya eres un viejito, al contrario, apenas estás comenzando la mejor etapa de la vida”, agrega Cantú.

“Tú ya sabes quién eres, no te interesa lo que piensen de ti, tienes por lo que luchaste y ahora disfrútalo, pero de un modo saludable y bonito”.

Las personas mayores no deben resignarse al estigma de la vejez, sino que pueden disfrutar plenamente el amor, el sexo y la buena comunicación con su pareja, coinciden las expertas.

Romper tabúes

Todavía existen ideas preconcebidas sobre lo que se debe y no hacer a cierta edad, indica la psicóloga Gómez.

“A veces las personas traen una serie de ideas preconcebidas que se convierten en una barrera para la cercanía y la intimidad de una pareja”, señala.

Un ejemplo es la restricción en lo corporal: ambos evitan el uso de prendas eróticas, bikinis o dejan de poner cuidado a su imagen y arreglo personal.

La especialista indicó que es importante que, pese a los años juntos, se mantenga el gusto por lucir bien y ser considerado con la pareja.

“Es muy importante el coqueteo, el verse bonito, el procurarse, tener un cuerpo cuidado y mantener un peso adecuado”. (AGENCIA REFORMA)