DESDE COAHUILA, ALGUNOS TIPS PARA EL COMBATE AL CRIMEN

El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, respondió a los señalamientos que hizo Ismael Zambada, quien reveló que se reuniría con el mandatario estatal el día que fue detenido, junto con Joaquín Guzmán López, en un aeropuerto cercano a El Paso, Texas.

En presencia del presidente Andrés Manuel López Obrador y la próxima presidenta Claudia Sheinbaum, Rocha Moya negó la versión de que lo sitúa en el lugar donde dice el Mayo habría sido “secuestrado” por el hijo de Guzmán Loera.

Rocha aseguró que el día del arresto del narcotraficante él no se encontraba en el estado.

“Primer lugar: yo no estaba ese día en Sinaloa, todo me lo estuvieron informando durante el día y durante la noche y regresé al siguiente día muy tempranito. Dos: no tiene nadie del crimen organizado por qué citarme que para resolver un problema, se habla de un problema de la universidad… no hay por qué.”

La lección que queda es que hoy más que nunca los gobernadores deben tener la voluntad política y la determinación para combatir la inseguridad con mucha claridad, para estar libres de sospecha.

Por ello es pertinente recordar en estos momentos algunos aspectos del modelo de seguridad pública iniciado en el sexenio que gobernó Rubén Moreira en Coahuila, y que ha continuado tanto con Miguel Riquelme, como con el actual gobernador, Manolo Jiménez.

Es decir, se trata de un reto que debe enfrentarse de manera coordinada y, a su vez, tener claro que para entender al crimen y su lógica se requiere cercanía con la población y compromiso para generar acciones de gobierno.

En este afán, es fundamental realizar un análisis por cada municipio con el fin de identificar las particularidades sociales, económicas, culturales y geográficas, y la forma como influyen en la manera en que se manifiesta la inseguridad. Esto con el fin de establecer la estrategia adecuada para atacar las causas socioeconómicas y culturales del delito.

También es necesario entender la geografía del delito y además fortalecer la capacidad municipal en materia de seguridad. Lo que significa que no solo se tiene que invertir en proyectos de seguridad, sino en un plan que implique fortalecimiento de la estructura educativa, más escuelas y de fácil acceso en todos los niveles educativos, para lograr una mayor cobertura.

Invertir además en proyectos de infraestructura, es decir, que el gasto público se oriente hacia la inversión productiva en capital físico, tecnológico, cultural y humano. Esto como parte del fortalecimiento del tejido industrial y empresarial que se requiere para fomentar la generación de fuentes de empleo, acompañada de una agresiva política de fomento económico.

En el otro eje de la estrategia, es indispensable profesionalizar y depurar los cuerpos de seguridad pública. Para ello es necesario aplicar a todo el personal de seguridad exámenes de control y confianza y rechazar tajantemente a quien no los acredite.

Pero a su vez, establecer incentivos tales como incrementar y homologar los salarios de las policías, así como impulsar que en los municipios se les otorgue seguridad social a los elementos de las policías municipales. Además de impulsar la mejora de la policía municipal, a través de capacitación y entrenamiento cotidiano.

Por otro lado, cerrar la pinza de la estrategia impidiendo el financiamiento del crimen organizado. En el caso de Coahuila, por ejemplo, están prohibidos casinos, peleas de animales, venta de alcohol, tragamonedas en tiendas, table dance y giros negros, etcétera, que eran unas de sus fuentes.

Para lograrlo ha sido necesario fortalecer el marco jurídico para tipificar como delitos, entre otros, la contratación de personas en las áreas de seguridad pública que no aprueben los exámenes de control de confianza; la operación de establecimientos como yonkes, casinos y table dance; narcomenudeo; la circulación de vehículos con placas sobrepuestas; las peleas entre animales; la prestación de servicios privados de seguridad sin permisos; la desaparición forzada de personas; la facilitación delictiva (halconeo); la utilización de insignias o vehículos oficiales con fines ilícitos; la venta de alcohol sin permiso y fuera de los horarios permitidos; además de tipificar el feminicidio y perseguirlo.

Coahuila es un buen ejemplo a seguir en esta asignatura pendiente en el país.

José Vega Bautista

@Pepevegasicilia

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