Los foros de la Reforma Judicial son una farsa, señala el diputado Gerardo Aguado

El diputado Gerardo Aguado aseveró que los foros, mesas de trabajo o consultas organizadas por el poder legislativo tienen la finalidad de abrirse a las opiniones y propuestas ciudadanas y de fuentes especializadas, incluyendo autoridades, organismos, universidades, colegios, poderes y organizaciones ciudadanas.

Gracias a los foros en el pasado se han podido redactar y promulgar leyes de gran impacto para la sociedad mexicana, como las leyes del Sistema Nacional Anticorrupción, y las leyes de protección de los derechos de las mujeres, además de múltiples reformas, agregó el diputado.

Indicó que en todos los casos, desde el primer foro, el partido dominante en el Poder Legislativo demostró apertura, declarando de forma pública cuáles serían las propuestas ciudadanas aceptadas e incluidas en el proyecto.

El diputado aseveró que con Morena y AMLO no es así, como se puede apreciar en los argumentos siguientes:

1.- Inflexibilidad en la Propuesta Original: Ni el Presidente AMLO ni la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum han mostrado disposición para realizar modificaciones reales y sustanciales a la propuesta original de reforma judicial. A lo largo de estos foros, no se ha presentado ni siquiera un intento de considerar las sugerencias y preocupaciones planteadas por la oposición y el Poder Judicial. Esta falta de apertura revela una clara intención de mantener la propuesta tal como está, sin interés en un verdadero diálogo que podría enriquecer la reforma.

2.- Gradualidad como Requisito Constitucional, Administrativo y Laboral, No como Flexibilidad: Aunque AMLO ha aceptado que la reforma se implemente de manera gradual, es importante entender que esta decisión no debe interpretarse como una concesión hacia las propuestas divergentes. La gradualidad es una necesidad constitucional para evitar cambios drásticos que violen disposiciones legales en materia laboral del personal del poder judicial y que faciliten la transición administrativa a un nuevo sistema. En otras palabras, la implementación gradual es una exigencia técnica y administrativa no un favor a los foristas.

3.- Falta de Apertura a Controles y Alternativas: El núcleo de la reforma propuesta es la elección popular de jueces, magistrados y ministros. Sin embargo, Morena se ha mantenido inflexible ante cualquier propuesta alternativa que busque establecer mecanismos de control para asegurar la independencia, imparcialidad, eficiencia y honestidad del Poder Judicial. La falta de apertura a estos controles y mecanismos de supervisión sugiere un interés por mantener un sistema que podría ser manipulable y menos transparente.

4.- Erosión de la Independencia del Poder Judicial: Es alarmante que Morena ignore el hecho de que la reforma, tal como está planteada, socava gravemente la independencia del Poder Judicial. La propuesta crea una estructura judicial que está completamente subordinada al Poder Ejecutivo y al partido en el poder. Esta dependencia compromete la imparcialidad del sistema judicial y pone en riesgo el estado de derecho.

5.- Inexistencia de Evidencia sobre la Reducción de la Corrupción: Ni AMLO, ni Morena, ni los defensores de la reforma han proporcionado evidencia concreta y convincente de cómo esta reforma contribuirá a eliminar la corrupción en el Poder Judicial. En lugar de abordar los argumentos de la oposición, que señalan que la reforma podría incluso empeorar la situación, al aumentar la corrupción por la presión política sobre los jueces y reducir sus salarios y prestaciones, los defensores han optado por ignorar estos puntos críticos.

Estos puntos destacan que los foros no representan un espacio genuino de discusión ni de mejora de la reforma judicial. Más bien, evidencian una maniobra para mantener la propuesta original sin cambios sustanciales. Es crucial que se reconozca esta realidad y se exija un proceso de reforma más transparente y participativo. (EL HERALDO)