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Hasta el Final. Venezuela

Domingo 28 de julio es la fecha en que la población de Venezuela tomará su turno al bat para ejercer su derecho al voto y elegir a su próximo presidente.

Gracias a todos los años en que los medios han hablado de lo que pasa en Venezuela, y gracias a la realidad que se vive en dicho país, cualquier observador externo podría suponer que la elección del domingo será una elección más: una pseudo-elección organizada por el régimen para justificar su continuación en el poder.

Pues déjeme decirle que no es así. Este domingo podría marcar el comienzo de una nueva era en la historia contemporánea del pueblo venezolano. Por primera vez en 25 años, se perciben vientos de un cambio real en contra de la ideología neo-populista del chavismo.

Fiel a la naturaleza de cualquier evento canónico, lo que pudiera ocurrir el domingo no es algo que se haya generado de un día para otro. En el inter se han presentado acontecimientos que abonan a la exaltación de ánimos y efervescencia de voluntades para participar y derrocar a todo un régimen.

Por ejemplo.

Desde 2002, el gobierno ha inhabilitado a más de 1,400 ciudadanos para ejercer cargos públicos. Entre ellos se encuentra la líder opositora más popular de Venezuela, María Corina Machado.

A principios de este año, Machado era la candidata opositora con la estructura más sólida para competir contra el autoritarismo. Sin embargo, su candidatura fue bloqueada por una resolución del Tribunal Supremo de Venezuela, que confirmó su inhabilitación debido a su apoyo a Juan Guaidó en 2019.

A pesar de que el veto a Machado pareciera -fuera- un intento de Nicolás Maduro para evitar enfrentarse a un perfil mucho más popular que él y una vez más vulnerar la democracia, la oposición logró negociar con Edmundo González Urrutia para que encabezara la fuerza opositora, con la aspiración de que los vientos de cambios que se sienten en el país se concreten en las urnas.

La oportunidad que tiene Venezuela es trascendental para el casi 1/4 de vida que tiene este siglo, marcado por eventos que han puesto en crisis a la democracia en más de una ocasión.

Lo que pudiera ser el nuevo despertar venezolano sería una señal de esperanza de que la democracia representativa existe y funciona, y seguirá siendo la herramienta más atractiva para elegir, vigilar, exigir y buscar el progreso de las estructuras públicas para trascender en sociedad.

Pendientes a lo que suceda el domingo. Suerte Venezuela. Hasta el final

Reciban un saludo. Muchas gracias.

@dan_fdz

 

Autor

Daniel Fernández
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