NO DEJES QUE SE TE VAYAN LOS DÍAS

Hay una gran numero de publicaciones sobre los logros tecnológicos de los últimos años, han sido años de innovaciones inimaginables que han transformado el estilo de vida de la sociedad. Estamos realmente fascinados por lo que la mente humana ha sido capaz de crear, asumiendo y sintetizando, claro está, toda la ciencia que a lo largo de la historia la humanidad entera ha desarrollado. Sin embargo, en medio de tanta luz, hay una pequeña, o no muy pequeña sombra que es, que a la par del gran desarrollo tecnológico, hay un gran estancamiento en la maduración de las personas.

Es cierto, la edad de la madurez se ha retrasado, cada día es más difícil tomar la decisión, cada vez es más común decir: todavía no es tiempo de dar el paso. Cada año el proceso del nido vacío cae en desudo, las águilas siguen alimentando polluelos que ya deberían estar cazando y viviendo por sí mismos. “Polluelos” que están atados a la pantalla del móvil, porque es más gratificante, y fácil, que abrir tus alas y volar por las alturas.

Aquí me alarmo, porque veo padres inexpertos e indiferentes ante este fenómeno cada vez más presente, están dejando que a sus hijos se les vayan los días, la vida absortos en la tecnología, sin aprovecharla, sin sacarle todo el potencial que ella tiene. Como no tener en mente que un smartphone, tiene más capacidad que el mejor computador de la NASA de los años 60, esto es fascinante, lo dramático es que muchos niños y jovencitos no lo saben y no saben cómo utilizarla para desarrollar sus potencialidades.

Hay que ser directos, ante este problema porque es urgente y grave; hay que recordar que solo hay vida donde se vive bien; pero algunos comenzarán a vivir cuando vayan a morir. Esta lección me la enseño, sin proponérselo, mi mamá cuando me dijo: “¿Como vas a ofrecerle a Dios una vida ya de viejo?”. Dios se merece los mejores años. Los grandes proyectos requieren de los mejores años, cuando se tiene vigor.

Me puso dos ejemplos: ¿Qué muchacha desearía como novio a una persona mayor?, ya débil, sin vigor y achacosa; no nos engañemos, si no hay dinero no hay amor. ¿Qué diría un entrenador de futbol si una persona de 80 años pretendiera entrar a las fuerzas básicas de un equipo? Ciertamente que no lo aceptaría y le haría ver su imprudencia, pues como quiere empezar a una edad donde ya debería estar cargado de los resultados de su servicio y trabajo.

Sé que estas palabras son duras, y más cuando lo que se busca y gusta es escuchar a vendedores de humo, que dicen que siempre es posible empezar no importa la edad. Dejar que se vayan los días, que se vaya el tiempo, es necedad, es arruinarse. No basta con vivir, solo vivir bien es loable. Hoy, dicho sea de paso, es el día mundial del cerebro, bueno hay que usarlo, no te lo lleves al sepulcro sin estrenar, sin haberlo usado bien. Por eso, no dejes que se te vayan los días, la vida, pegado a una pantalla.

 

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El Heraldo de Saltillo
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