ALGO QUE VALE LA PENA LEER

La noche de Getsemaní 

“Cada uno de nosotros tiene a todos como mortales, menos a sí mismo”. Sigmund Freud.

Una parábola, desde la perspectiva literaria, consiste en aquella narración que por analogía pretende derivar en una enseñanza. El aspecto simbólico de estos relatos encuentra una gran fuente de ejemplos, por supuesto, en la literatura religiosa.

Uno de los momentos más representativos de la historia cristiana, que incluye un sinfín de parábolas, sumado a un exhaustivo y profesional estudio desde la perspectiva del psicoanálisis, es sin duda: “La noche de Getsemaní”, título del último libro del reconocido escritor italiano y destacado psicoanalista Massimo Recalcati, editorial Anagrama (2024), una lectura muy digerible en 105 páginas.

Ciertamente, aunque conocemos por la cultura religiosa ese momento histórico en la vida de Jesús, el análisis desde la perspectiva de las causas que motivaron el hecho, su desarrollo y conclusión, así como la representación simbólica tanto de las palabras, decisiones y el actuar de los sujetos involucrados, nos ofrece en el estudio de Recalcati una visión mucho más amplia, no solamente de la parábola religiosa, sino de manera específica, de la más sensible condición humana.

Durante la noche de Getsemaní, Jesús representa el papel más humano de toda la historia bíblica. Antes de enfrentar el suplicio físico de la Pasión, deberá afrontar primero, el martirio de un diálogo exclusivo con su propio pensamiento. Tal como cita el autor: “No hay clavos, látigos, coronas de espinas, palizas, sino solo la pesadez de una noche que no parece tener fin, la soledad inerme y extraviada de la existencia que vive la experiencia de la traición y el abandono. Esta noche no es la noche de Dios, sino la del hombre”.

De la gloria de la aclamación multitudinaria Jesús transmigra al abandono, incluso a la denostación. En ese momento único, antes de asumir el papel de mártir, su figura modifica su estatus de héroe a villano. Y permanece solo y vulnerable. Es entonces donde la parábola surte un efecto único en nuestro propio pensamiento, uno que en algún momento de la vida todos enfrentamos: La introspección sobre nuestro destino personal ante las vicisitudes que la vida propia nos impone.

Somos lo que hemos leído y esta es, palabra de lector.