Recuerda presidenta del Congreso de Coahuila a don Mario Enrique Morales, quien este lunes cumpliría 75 años 

Durante sus últimos meses de vida, aún y con las complicaciones de salud que presentaba, el dirigente sindical seguía trabajando por sus representados.

La presidenta de la Junta de Gobierno del Congreso de Coahuila, Luz Elena Morales Núñez, compartió con El Heraldo de Saltillo algunas anécdotas sobre su señor padre, don Mario Enrique Morales Rodríguez, quien falleció en noviembre del año pasado, dejando una importante trayectoria en la que destacan sus esfuerzos por la defensa de los trabajadores afiliados a la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) en el estado, a quienes veía como a miembros de su propia familia, según manifestó.

Luz Elena Morales dijo que desde la partida del reconocido líder sindical, no hay día en que deje de recibir muestras de cariño hacia don Mario Enrique Morales, así  como comentarios en los que se hable sobre su calidad humana y el apoyo que siempre procuró a los trabajadores representados por esa organización.

“Mi papá era un hombre muy alegre, cuando llegaba a casa todo giraba en torno a él, era una persona con muchas enseñanzas, siempre tomaba las cosas con mucha resiliencia. Si alguna vez no le iba bien, él tomaba el lado bueno de la experiencia, si por alguna causa el día no pintaba bien, lo tomaba como un reto”, comenta.

“De manera personal extraño mucho el poder estar con él desayunando o cenando lo que él preparaba. Poca gente sabe que a él le gustaba cocinar, y mientras yo vivía en casa de mis padres antes de casarme, él siempre preparaba el desayuno y la cena. Eran nuestros momentos de plática. También lo recuerdo siempre leyendo el periódico, nos decía que pusiéramos atención a lo que se estaba diciendo y que no saliéramos de casa sin enterarnos de lo que se estaba pasando”.

Indicó que durante sus últimos meses de vida, aún y con las complicaciones de salud que presentaba, don Mario Enrique seguía trabajando por sus representados.

“Siempre estuvo muy al pendiente de su sindicato, recuerdo que aún enfermo él estuvo trabajando hasta el último momento. Tuvo crisis que lamentablemente lo hicieron parar, pero apenas otra vez podía andar, retomaba sus giras por todo el estado. Entre las últimas que realizó muchas fueron a San Pedro de las Colonias, tenía allá un tema con una empresa que quería ver por qué la CROC era la mejor opción para representarlos”, señala.

Recordó el caso de un trabajador que enfrentaba fuertes problemas de tipo emocional que incluso lo llevaron a pensar en el suicidio, pero con la ayuda de don Mario pudo superarlos y salir adelante, además de otros testimonios de personas a las que motivó a estudiar o a superar diferentes problemas.

“Siempre nos inculcó que si está en las manos de nosotros el ayudar a alguien lo hiciéramos sin pensarlo, el siempre se definió como un soñador, aunque muchos pudieran decirle que debería ser más racional, deseaba que hubiera un entorno de paz, de prosperidad para todas las personas y que el respeto a los trabajadores era fundamental, por eso se enfocó mucho a dialogar, a negociar con quien tuviera que hacerlo para buscar mejores condiciones para sus afiliados”, comenta la diputada.

“También confiaba mucho en la gente, cuando él recibía a alguien en su sindicato no solo le abría las puertas de la CROC, sino las puertas de sus casa. Prácticamente era una familia ampliada la que tenía en el sindicato, hubo gente que creció con nosotros porque mi papá los llevaba a casa, los sentaba en su mesa, y cosa que él hacía era pensando en cómo fortalecer a su organización, cómo poder llegar a más trabajadores”.

Además, recuerda que a don Mario Enrique le encantaba el boxeo, y que veía en el deporte un medio para que los trabajadores dejaran a un lado las presiones y se enfocaran en actividades positivas, por lo que dio un importante impulso a los Juegos Estatales de la CROC para promover la convivencia entre los sindicatos agremiados. (ÁNGEL AGUILAR)