NADA LLEGA POR SÍ SOLO, ABSOLUTAMENTE NADA EN LA VIDA ES GRATIS

Querer es querer; poder es poder; y HACERLO, es algo muy diferente.

Para tener algo bueno, siempre hay que pagar un precio, y el momento de pagar tarde o temprano llegará.

Nos han contado una verdad a medias: nos han dicho que querer es poder. Y me gustaría preguntarte: ¿alguna vez has visto que algo o alguien aparezca mágicamente sólo porque alguien lo quiere y que se manifieste sin que haya hecho nada?

Si quieres obtener algo, necesitas en primer lugar poner tu foco en aquello que quieres obtener. En segundo lugar, requieres tomar conciencia de que va a ser necesario pasar por un proceso de transformación: el reconocer el significado que esa transformación tendrá en tu vida, te ayudará a que puedas tener claridad en el proceso, y saber qué vas a tener que hacer para que eso ocurra. Y en tercer lugar, se necesita lo más indispensable: tomar acción, trabajar en ello, y HACER que eso pase.

¿A cuántas personas conoces que se la pasan queriendo y no hacen nada? Y continúan en la vida queriendo y queriendo; esperando y esperando el día en que, mágicamente, sus sueños y las condiciones perfectas se manifiesten, para poder darse permiso entonces de ser felices, de disfrutar y vivir en plenitud…

También hay otras personas que quieren, y quieren con toda su alma, pero que, ocultamente, lo que en realidad quieren es que otro haga las cosas, para que ellos disfruten de sus esfuerzos. Y en vez de accionar ellos, se convierten en verdugos que, con sus látigos, se la pasan lastimando a los demás; porque no han hecho lo suficiente para que ellos puedan seguir descansando en su comodidad, y puedan recibir los frutos de esfuerzos ajenos. Y llaman insuficientes, incapaces o injustos a los que están ocupados en construir para ellos mismos, tomando acción. Incluso, culpan a la suerte o a la fatalidad por no estar en la misma condición benéfica que aquellos que trabajan para generarlas.

El querer nace de una mente de escasez: “quiero porque no tengo”, “porque me hace falta”, “porque necesito” … En cambio, el deseo, el anhelo y la proyección de un objetivo, nacen de una mente que sabe ser proactiva y propositiva. Y, muchas veces, nos quedamos en el querer porque va a requerir esfuerzo, porque queremos que sea rápido y fácil, con resultados casi instantáneos… y no queremos tomar el camino de subida al éxito.

La gente que quiere irse por el camino más fácil es aquella que detesta el camino, pero ¿sabes una cosa? la vida no se trata del destino, sino del camino. Si detestas el camino, tarde o temprano, comenzarás a detestar tu vida.

Así que en este día te pregunto, de eso que deseas… ¿Qué acción concreta vas a comenzar a hacer a partir de ahora para realizarlo? Porque si no tomas acción, no vas a ver resultados. Los resultados son para los que se atreven, se arriesgan, y para los que toman acción.

Querer es querer; poder es poder; y HACERLO, es algo muy diferente.