Violencia en redes: más cerca y fuerte

Foto: Agencia Reforma

Guadalajara, Jalisco.- A partir de la cuarentena del Covid-19, los jóvenes estuvieron más expuestos a los medios electrónicos. La convivencia, el estudio y el trabajo cambiaron completamente y la comunicación digital se afianzó en la cotidianidad.

Esta vida digital trajo muchas ventajas, pero también peligros, pues no hay ningún criterio para filtrar el contenido que circula en Internet. Es así como videos de violencia explícita y pornografía terminan en redes sociales.

Dentro de una de las comunidades en WhatsApp, además de videos de ejecuciones de grupos criminales, se pueden encontrar publicaciones donde jovencitas ofrecen fotos y videos de desnudos a cambio de dinero.

Esto evidencia por un lado la facilidad con la que los jóvenes pueden acceder a material que llega a ser ilegal, y por el otro, el peligro que corren de ser presa de depredadores en esas comunidades virtuales.

El que menores de edad estén expuestos a estas violencias, que van más allá de las que se ven en películas o series, tiene serias repercusiones en la mente y el cerebro en desarrollo, como lo explica Francisco Acosta, especialista en psicología educativa.

“Además de la desensibilización a la violencia, hay cambios tanto estructurales como funcionales del cerebro. La amígdala que regula las emociones está en maduración, es como si tuviéramos un periodo para aprender nuestras emociones futuras y al estar expuestos a la violencia, lo que aprendemos es violencia”, expone.

Natalia es profesora de inglés en secundaria desde hace 10 años y considera que los estudiantes han asimilado una cultura de apología al narcotráfico.

“Hace unos días me acerqué a un grupo de muchachos que estaba platicando y alcancé a escuchar cómo uno de ellos describía a los demás un video en el que un grupo de personas encapuchadas decapitaba a un hombre”, relató.

Acosta opinó que es innegable que la influencia del exterior puede vulnerar el cuidado que los padres ponen en la crianza de sus hijos, sin embargo, hay mucho que los tutores pueden hacer para proteger a los menores de edad.

Asegura que estar expuesto a violencia no significa que obligatoriamente seremos violentos, pues hay factores contextuales que la propician.

“Cuidar a un niño de las redes sociales ni siquiera implica revisarle el celular. La familia debe ser un entorno cálido, en el que haya comunicación constante y sobre todo observación; un padre debe darse cuenta si su hijo anda retraído, si anda acelerado.

“Te aseguro que si un chavo de un entorno sano se ve dentro de un grupo así, solito se va a salir, porque lo que ocurre ahí no hace click con sus valores, con su realidad”, aseveró. (AGENCIA REFORMA)

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