LA NUEVA SECRETARÍA Y EL RETO DE LA INNOVACIÓN

El pasado jueves 20, quién en unos meses será la presidenta de México, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, presentó a los primeros seis integrantes de su Gabinete presidencia. Ellos son:

Marcelo Ebrard Casaubón, en la Secretaría de Economía; Rosaura Ruiz Gutiérrez, será la titular de la próxima Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación; Juan Ramón de la Fuente, en la Secretaría de Relaciones Exteriores; Alicia Bárcena Ibarra, en la Secretaría de Medioambiente y Recursos Naturales; Julio Berdegué Sacristán a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y Ernestina Godoy Ramos, en la Consejería Jurídica de Presidencia.

Destaca en dicho anuncio la creación de la nueva Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación.

La importante secretaría quedará a cargo de Rosaura Ruiz Gutiérrez, licenciada, maestra y doctora en Biología por la Universidad de ciencias de la UNAM, que cuenta, además, con dos doctorados honoris causa.

En su carrera, la doctora, de 2018 a 2023, se desempeñó como titular de la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología y Innovación del Gobierno de la Ciudad de México.

Fue la primera mujer presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias entre los años 2008 y 2010. Y es integrante del Sistema nacional de Investigadores desde 1985.

Temas muy importantes para la vida pública mexicana le tocará coordinar, dirigir y administrar a la futura secretaria.

Al respecto, me gustaría enfatizar en uno de ellos, la innovación. Innovar es, en términos prácticos, crear nuevos productos, nuevos bienes, nuevos servicios, nuevas formas de organizar el trabajo.

Por lo tanto, la innovación brinda la posibilidad de generar empleo, hacer más productivo el trabajo, contar con empresas más competitivas y por tanto lograr una economía más productiva, lo que derivará en un mayor nivel de renta disponible y de bienestar de la población.

En este sentido, en una economía de mercado, como en la que vivimos, las empresas deben encabezar el proceso de desarrollo de la innovación, y al sector público le tocará generar las condiciones y el entorno propicio y brindar su colaboración y recursos para inversión en proyectos innovadores.

La nueva secretaría deberá liderar y coordinar los esfuerzos del conjunto de instituciones públicas y privadas que interactúan en la producción y difusión de tecnología e innovaciones, tales como universidades, centros públicos y privados de investigación y desarrollo, así como las empresas.

Todo encaminado a dinamizar el esfuerzo científico y tecnológico del país y favorecer y acelerar la inversión privada en el objetivo.

Además, es imprescindible fortalecer el sistema público de ciencia y tecnología y estrechar la vinculación entre los académicos y los empresarios, a través, entre otros medios, de la labor de los parques científicos y tecnológicos como áreas de intersección entre universidades y empresas.

En conclusión, la misión de la nueva secretaría deberá estar encaminada a lograr plataformas tecnológicas donde participen el sector público, las empresas e inclusive los usuarios, con el fin de llegar al desarrollo de tecnologías cada vez más pertinentes con nuestra realidad.

 

José Vega Bautista

@Pepevegasicilia

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