CÁPSULAS SARAPERAS

Corridos de la cárcel

En esta ocasión te platico de una anécdota que vivieron 12 jóvenes Saltillenses en el año de 1963.

Manuel Benítez, torero español mejor conocido como “El Cordobés”, en el año de 1963 visitó nuestro país como novillero, presentándose en distintas plazas mexicanas, y por supuesto que se contempló nuestra hermosa ciudad de Saltillo, para presentarse en lo que era la plaza de toros “Armillita”, pero le pido de favor estimada y estimado Saltillense que no se confunda con la que tenemos actualmente en los terrenos de la feria. La plaza a la que me refiero era de madera, ubicada al norte, sobre el Blvd. Constitución, hoy V. Carranza, muy cerca de donde se ubicaba un motel de nombre “Estrella”, para señas actuales saraperas, donde se encuentra el hotel “El Imperial”.

Los amantes de la llamada fiesta brava estaban de fiesta, ya que muchos Saltillenses querían ver en acción a “El Cordobés”, quien precisamente ese año, 1963, habría de completar 203 corridas como novillero y quien venía de triunfar tanto en España como en otros países europeos.

Entre los Saltillenses que no querían perderse la corrida de toros, estaban 12 estudiantes del Ateneo Fuente, quienes cursaban el bachillerato, y es que les recuerdo que en esos años en el Ateneo Fuente se daban también clases de secundaria, pero volvamos a la historia, a la historia de los 12 jovenzuelos, quienes estaban ansiosos por ver a “El Cordobés”.

Cuando llegaron a la plaza de toros la corrida aún no daba inicio. Vieron que podían brincarse una barda pequeña para así ahorrarse el pago de la entrada, por lo que uno a uno brincaron la barda, uno a uno entraron a la plaza, y así, de esa misma manera, uno a uno fueron detenidos por los elementos de la policía. Ya los 12 cuando, estaban en custodia de la autoridad, fueron trasladados a los separos de la cárcel municipal, para ser llevados ante el ministerio público.

Las instalaciones de la cárcel municipal, donde también se encontraba el Ministerio Público, estaban sobre a calle de Bravo, casi esquina con Aldama. Al arribar, el Ministerio Público dio la orden a los guardianes de la ley para que los 12 jóvenes esperaran dentro de la cárcel, donde se encontraban algunas personas todavía bajo las influencias del alcohol.

Después de entrar, los 12 ateneístas se organizaron junto con los borrachines para empezar a jugar tocho, sí señor tocho dentro de la cárcel municipal. Después de tanto grito y alboroto, el mismísimo agente del Ministerio Público corrió a los 12 jóvenes de la cárcel, quienes al salir y darse cuenta de que todavía alcanzaban la corrida de toros, se regresaron a la plaza de toros para ahora si pagar sus boletos de entrada y ver al entonces novillero “El Cordobés”.

Esta es la historia de 12 Saltillenses, quienes organizaron un juego de tochito con los borrachos de la cárcel, y fueron corridos de la misma cárcel para alcanzar a ver la corrida de toros. De esas historias de que con seguridad sólo suceden en esta hermosa ciudad de Saltillo. Ajá, como aquella en la cual se robaron el libro de los detenidos en la cárcel municipal, pero esa, esa es otra historia.

 

 

 

Autor

El Heraldo de Saltillo
El Heraldo de Saltillo
El periódico con mayor tradición en Saltillo.