Autonomía u obediencia… ¿quién es el, o la, jefa?
La encrucijada que atrapa a docenas, tal vez a cientos de morenistas estos días, consiste justamente en preguntarse ¿qué hacer? ¿quién es el, o la, jefa?
Toda la semana que culmina fuimos testigos de los altibajos en materia financiera y cambiaria a causa de las declaraciones y excesos del presidente y de su gente.
Ya Claudia Sheinbaum y el (presente y futuro) secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, enviaron mensajes ‘tranquilizadores’ para contrarrestar los efectos de nerviosismo en los mercados internacionales, pero forma consistente, López Obrador, Ignacio Mier y algunos otros, insisten en que la reforma al Poder Judicial va, sí o sí.
Después del encuentro entre la Dra. Claudia y el presidente, emergieron con un aparente consenso en términos del avance ineludible de la reforma judicial. Las ‘concesiones’ de López Obrador fueron consultas y diálogo —pedido por Sheinbaum—, lo que apunta a una minúscula esperanza de escuchar a todas las voces. Tal vez, incluso, comprar tiempo.
Pero hay otro elemento adicional: Claudia agregó cuatro reformas más.
Modificaciones a Ley del ISSSTE, becas universales para todos los estudiantes de educación básica pública, la de mujeres con pensión asegurada entre 60 y 64 años (después de esa edad automáticamente obtendrán la de adultos mayores) y la no reelección de congresistas.
¿Qué significado tiene esto? Que el mes de septiembre no alcanzará para aprobar el paquete completo de Andrés Manuel, consistente en 21 reformas —no todas constitucionales—.
Es decir, la prioridad del binomio Claudia-Andrés será la judicial, y evidentemente las otras cuatro reformas planteadas por Claudia, las de Andrés: del INE, la de los organismos autónomos, la reconformación del Congreso y eliminación de plurinominales, quedarán para más adelante.
Septiembre parece ser insuficiente para procesar el último informe presidencial de AMLO, las tan ansiadas reformas y, muy importante, el Paquete Económico de Ingresos y Egresos de la Federación para 2025.
Pero las y los legisladores, enfrentan un dilema¿quién es el, o la, jefa?
Todos los días Andrés Manuel parece boicotear a Claudia Sheinbaum. Ella aparece, emite un mensaje para calmar el nerviosismo de mercados, el peso e inversionistas.
Al día siguiente AMLO vuelve a la ofensiva diciendo que la reforma judicial va porque va, no se va a detener a pesar de los mercados, dice.
Es un cartucho de dinamita aventado de forma irresponsable, al inicio de la nueva administración. Claudia contiene, modera el tono, asegura que en México hay Estado de derecho y certidumbre, pero la conducta del ‘saliente’ le serrucha las patas de la mesa todos los días. Resultado: 9 por ciento de devaluación hasta este jueves del peso (alcanzó su tope en ciertos bancos 19.30 en ventanilla) y 3.8 por ciento de caída en la Bolsa Mexicana de Valores.
SACA LA CASTA
Claudia Sheinbaum, virtual presidenta electa, rechazó en la presente semana, que una vez que asuma el cargo pueda haber algún tipo de alejamiento con el presidente Andrés Manuel López Obrador y recordó que son parte de un mismo movimiento desde hace más de 20 años.
“Esta idea que se está planteando por algunos de que va a haber un distanciamiento entre el presidente López Obrador y la nueva presidenta, ahora sí que ¿de dónde? Si somos parte del mismo proyecto y por eso votó el pueblo de México, por el proyecto de transformación.
Sin embargo, la próxima mandataria defendió la autonomía que tendrá su gestión y rechazó señalamientos de analistas que anticipan que en su mandato habrá injerencia por parte de López Obrador.
“También leo las columnas ‘ay, que es una calca’, que ‘es lo mismo que el presidente’, que ‘no va a gobernar, que va a gobernar el presidente Andrés Manuel‘. Yo le agradezco, imagínense, que el presidente López Obrador diga, si me hace un llamado ‘la presidenta’, es más, dijo ‘mi presidenta’, acudiría el llamado y ya incluso dijo que tengo derecho a disentir”, dijo.
Agregó que fue “un gesto del presidente de la República, pero evidentemente hay tiempos para todo, el presidente es presidente hasta antes del primero de octubre y a mí me va a tocar gobernar a partir del primero de octubre del 2024″.
Usted amable lector, que piensa, ¿Gobernará Claudia Sheinbaum? Será como fue Ernesto Zedillo, que dio acciones radicales para zafarse de su antecesor, ya hasta la cárcel mandó al hermano del expresidente Salinas de Gortari, Raúl, ¿tiempo al tiempo? Interesante, verdad.
Buen fin de semana, felicidades a los que son papás y leen esta columna, la frase: “Las acciones hablan más que las personas”. ¡Ánimo!
X:_hreyes
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