Invitan a estudiantes de UA de C a participar en programa piloto para detección de ansiedad y depresión mediante IA 

El Centro de Investigación de Genética y Genómica del Hospital Universitario de Saltillo (HUS), en coordinación con la Fundación Mexicana para la Salud (FUNSALUD) Asociación Civil, accionó un programa piloto para la detección de ansiedad y depresión, mediante marcadores de voz empleados desde la Inteligencia Artificial (IA), entre alumnos y docentes de la Universidad Autónoma de Coahuila (UA de C)

Al respecto, Gabriela Ortiz Cruz, coordinadora del citado Centro, comentó que en el estudio ya participaron alrededor de 180 personas, entre educandos y maestros, de los cuales al menos un 30 por ciento han obtenido puntajes altos sobre ambos padecimientos psicoemocionales.

Detalló que los participantes reciben un formulario a través de su correo institucional como miembros activos de la comunidad de la Autónoma de Coahuila, mismo que contiene un link que, al desplegarse, plantea tres preguntas que deberán contestar por voz.

Posteriormente, se envían a «Accesible», compañía española de biotecnología afilada al proyecto, para su análisis y obtención de resultados, mediante el análisis de los biomarcadores que registran y evalúan aspectos como la fonética, variaciones de voz y uso específico de palabras.

Ante la proyección de lograr que cinco mil personas participen en esta dinámica, dijo que los universitarios que deseen participar pueden enviar un mensaje de solicitud, desde su correo de la UA de C, a voz@accesible.com, para recibir el cuestionario de aplicación.

«Se le invita a toda la comunidad universitaria a que participen, es un proyecto muy genuino en cuanto al objetivo que pretendemos buscar, que es buscar solución a un problema de salud que es muy frecuente como lo es la depresión y la ansiedad», externó en entrevista con medios.

«Eso nos va a permitir poder validar esta herramienta para su uso en la práctica diaria y, tal vez, como un método de tamizaje para todo alumno o docente que ingrese a la Universidad. En tres meses se vuelve a solicitar la participación para ver cómo resultan en este período de tiempo y, posteriormente, se analizarían esos resultados en un período de tres a cuatro meses. En total el protocolo dura unos nueve meses». (OMAR SOTO)