Desde tiempos inmemoriales, la riqueza cultural de un país se ha manifestado a través de sus diversas lenguas maternas. En un mundo globalizado donde la homogeneización parece ser la tendencia dominante, es fundamental recordar y celebrar la importancia de preservar y promover la diversidad lingüística. Es en este contexto que el 21 de febrero cobra un significado especial el Día Internacional de la Lengua Materna, proclamado por la Conferencia General de la UNESCO en noviembre de 1999.
En el corazón de América Latina, México se erige como un crisol de culturas y tradiciones, donde la multiplicidad de lenguas indígenas refleja la herencia ancestral de sus habitantes. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el Censo de Población y Vivienda 2020 reveló que en México reside una notable cantidad de personas que hablan alguna lengua indígena. Con un total de 7,364,645 individuos de tres años en adelante, este grupo representa el 6.1% de la población en ese rango de edad. Dentro de esta cifra, se destaca que el 51.4% son mujeres y el 48.6% son hombres.
El reconocimiento y la protección de los derechos lingüísticos de los pueblos indígenas son pilares fundamentales para preservar esta invaluable herencia cultural. En este sentido, el 13 de marzo de 2003, México promulgó la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas, una legislación que reconoce y garantiza el derecho de las comunidades indígenas a conservar, revitalizar y promover sus lenguas y culturas.
De dicha ley, podemos destacar las siguientes características: A.- Se destaca la importancia cultural y lingüística de las lenguas indígenas al considerarlas parte integral del patrimonio de México. B.- Se establece que las lenguas indígenas reconocidas tienen la misma validez que el español, garantizando así la igualdad de derechos lingüísticos para todos los hablantes C.- Se establece claramente que el Estado, en sus tres niveles de gobierno, tiene la obligación de reconocer, proteger y promover el uso, preservación y desarrollo de las lenguas indígenas. D.- Se asegura que las personas que hablen lenguas indígenas tengan acceso pleno a la justicia y a los servicios públicos, garantizando así la inclusión y la igualdad de oportunidades. E.- Se establece claramente que ninguna persona puede ser discriminada por la lengua que hable, reafirmando el compromiso del Estado con la igualdad y el respeto hacia la diversidad lingüística del país.
En suma: en un mundo que tiende a la uniformidad cultural, es esencial recordar la importancia de celebrar y proteger la diversidad lingüística. El Día Internacional de la Lengua Materna nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre la riqueza que representan las distintas lenguas para la humanidad, así como de renovar nuestro compromiso con la preservación y promoción de la pluralidad lingüística en México y en todo el mundo.
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