EN EL TINTERO

Candidatos sin partido, imposible

La figura del candidato independiente permite a los ciudadanos participar en la vida democrática del país sin estar obligado a pertenecer a un partido político; sin embargo, esta opción no ha permeado entre el electorado que, a pesar de quejarse del sistema político, ignora esta opción para impulsar perfiles a un cargo de elección popular.

Pero no todo es culpa de la ciudadanía, la legislación y las instituciones electorales no han hecho nada por mejorar los procesos y, por el contrario, los obstaculizan, haciendo cada vez más complejos los requisitos y las formas para que alguien pueda llegar.

Aunque existen fenómenos sociales como el caso del exgobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, este logró convencer a los electores, en ese momento con la novedad de las redes sociales. No obstante, debido a que la plataforma digital ya está al alcance de todos, hay mayor competencia.

En Saltillo, hace unos días el único aspirante a la candidatura independiente por la alcaldía de esta ciudad, Eduardo Pacheco, desistió de su intención, pues denuncia qué hay obstáculos difíciles de vencer para que un ciudadano sin partido pueda acceder a cargos de elección popular.

En su caso, ni si quiera se le permite conocer la simpatía de la ciudadanía hacia su proyecto, porque simplemente no se puede registrar.

Uno de los principales motivos son la legislación actual que exige requisitos diversos a un solo ciudadano, muy lejos de los que incluso se le pide a una agrupación interesada en conformarse como partido político.

Para lograr su objetivo, requiere de 9 mil 700 firmas, cifra que ni siquiera un partido político ha logrado en una elección estatal y que muchas veces mantiene su registro, y si lo pierde, con los años vuelve a participar y, ahí está, recibiendo prerrogativas.

Otro de los motivos que derivan en la imposibilidad para obtener su registro es la aplicación móvil del INE que es muy deficiente, pues en su experiencia las constantes fallas técnicas han impedido que las firmas se acrediten, pese a que cumplen con los requisitos.

Eduardo Pacheco comenta que en la pasada elección en la que participó para diputado local obtuvo 20 mil firmas solo en un distrito, por lo que resulta incomprensible que no pueda registrar las firmas necesarias por fallas técnicas.

Lo siguiente es que la sociedad está mal informada y cree que apoyar a un aspirante independiente le provocará la pérdida de algún apoyo social, por lo que rechazan otorgar su apoyo.

Finalmente, está la desconfianza por otorgar un documento oficial y sus datos personales, pues varios casos de filtración de información pública se han presentado en el país, ¿porque este no sería el caso? se cuestionan los ciudadanos.

El 9 de agosto de 2012 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la reforma que posibilitó en México la aplicación de esta figura y el 23 de mayo de 2014 se publicó la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LEGIPE), que regula su funcionamiento.

A casi 12 años de lograr esta figura ciudadana los avances son muy pocos, no solo requieren de modificaciones legales sino de una mejor empatía de la sociedad que todavía no ha llegado, pues incrementar su participación podría ayudar a que las autoridades correspondientes atiendan y hagan los cambios necesarios.

 

Autor

Jessica Rosales
Jessica Rosales
Reportera desde enero de 2000. Fundadora de la Agencia de Noticias Digital UNIMEDIOS. Actualmente titular del noticiero Capital Noticias 91.3FM en Saltillo y Coordinadora de Contenidos de Capital Media Coahuila. Escribo la columna “En el tintero” que difunde El Heraldo de Saltillo, La Otra Plana y Capital Coahuila.
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