Los plurinominales no son el problema
Una peligrosa idea recorre el país, afirmando que los diputados y senadores plurinominales deben eliminarse. Cada vez que hay elecciones, e innumerables indecorosos encuentran su lugar en los primeros lugares de las listas plurinominales, una entendible marea de indignación atraviesa la República. Sin embargo, eliminar la figura equivaldría a matar al paciente porque tiene catarro… aunque suene contraintuitivo.
Los legisladores plurinominales tienen dos importantes razones de ser. La primera es que proveen de mayor representatividad al Poder Legislativo, ya que reflejan de manera más fiel el número de votos que obtuvo cada partido político. Por eso la figura también se conoce como de representación proporcional, porque sus legisladores representan el voto proporcional obtenido por cada partido. La segunda ventaja es que les permiten a los cuadros políticos ingresar al Poder Legislativo, ya que las personas más preparadas no son necesariamente las mejores haciendo campañas políticas. En el Congreso de la Unión vemos los gritos en televisión, pero no ponemos atención a lo que sucede en comisiones, donde se realiza el trabajo especializado. En la gran mayoría de los países europeos existe esta figura: para poner un ejemplo, en Alemania la mitad de los legisladores hacen campaña (uninominales) y la otra mitad son de lista (plurinominales).
Sin embargo, la figura de legisladores plurinominales en México tiene un gran defecto: no los podemos elegir. En Alemania, la ciudadanía recibe dos boletas electorales: una para votar por el legislador uninominal, y otra para votar por el partido político de su preferencia, basándose en las listas que cada partido propone. Inclusive, en otros países europeos, el ciudadano puede votar por el candidato de su preferencia de las listas plurinominales que recibe. En México, no solo no podemos votar por los candidatos plurinominales, tampoco podemos votar por el partido político de nuestra preferencia: porque recibimos solamente una boleta electoral: cuando votamos por el legislador uninominal, automáticamente votamos por las listas de ese partido político.
Que no podamos votar por nuestros legisladores plurinominales resulta completamente antidemocrático. También, asegura la continua aparición de políticos funestos, nombrados por las mismas cúpulas partidistas para proveerles de fuero e impunidad. Porque podemos votar por un candidato a diputado por el PRI que sea muy respetable pero, cuando votas por él, votas automáticamente por Alito Moreno. Podemos votar por un senador del PAN que sea quien mejor represente nuestros intereses pero, cuando votas por él, votas en automático por Marko Cortés. Y lo mismo se repite con Morena y el resto de los partidos políticos.
Los legisladores plurinominales en México dotan de mayor representatividad y profesionalismo al Poder Legislativo, aunque mucho más se puede hacer para pulir la figura. La clase política mexicana nos ha dado atole con el dedo por muchos años, al solo entregarnos una boleta electoral. Son algunas de las listas plurinominales más cerradas del mundo, tan cerradas y distantes como nuestra clase política.
@FernandoNGE
Autor
- Licenciado en derecho por la Universidad Iberoamericana (UIA). Maestro en estudios internacionales, y en administración pública y política pública, por el Tecnológico de Monterrey (ITESM). Ha publicado diversos artículos en Reforma y La Crónica de Hoy, y actualmente escribe una columna semanal en los principales diarios de distintos estados del país. Su trayectoria profesional se ha centrado en campañas políticas. Amante de la historia y fiel creyente en el debate público.
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