El Papa Francisco insiste “No se bendice la unión homosexual, sino a las personas que hicieron juntas la petición”

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Ciudad del Vaticano.- El Papa Francisco volvió a insistir en que una bendición informal a una pareja gay o a otra pareja no casada no es una bendición de su unión, sino un signo de la cercanía de la Iglesia católica a ellos y su esperanza de que crezcan en la fe.

El Papa reafirmó este concepto sobre la declaración ‘Fiducia supplicans‘ (confianza suplicante), que autoriza la bendición de parejas homosexuales o divorciados vueltos a casar, al recibir este 26 de enero a los miembros del Dicasterio para la Doctrina de la Fe cuyo responsable, el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, fue el redactor del documento.

“La intención de las bendiciones pastorales y espontáneas es mostrar concretamente la cercanía del Señor y de la Iglesia a todos aquellos que, encontrándose en diferentes situaciones, piden ayuda para continuar, a veces para comenzar un camino de fe”, dijo el Papa

El documento decía que, aunque la Iglesia “se mantiene firme” en la enseñanza de que el matrimonio es solo una unión para toda la vida entre un hombre y una mujer, en determinadas circunstancias los sacerdotes pueden dar bendiciones no sacramentales ni litúrgicas a “parejas en situación irregular y parejas del mismo sexo sin validar oficialmente su situación ni cambiar en modo alguno la enseñanza perenne de la Iglesia sobre el matrimonio”.

La reacción de los obispos al documento fue muy diversa: desde decir que no iba lo suficientemente lejos hasta indignarse y prohibir su aplicación en las diócesis.

El Papa Francisco dijo a los miembros del dicasterio que quería hacer dos observaciones sobre el documento. El primero, dijo, era que “estas bendiciones, fuera de cualquier contexto y forma litúrgica, no requieren perfección moral para ser recibidas” y, en segundo lugar, dijo, “cuando una pareja se acerca espontáneamente a pedirla, no se bendice la unión, sino simplemente a las personas que han hecho juntas la petición. No la unión, sino las personas, teniendo en cuenta, por supuesto, el contexto, las sensibilidades, los lugares donde viven las personas y las formas más adecuadas de hacerlo”.

Recientemente, los obispos de África consideraron “no apropiada” la posibilidad de bendecir a parejas del mismo sexo en el continente, rechazando así la declaración porque, añadieron “en nuestro contexto, esto causaría confusión y estaría en directa contradicción con el espíritu cultural de las comunidades africanas”.

En su discurso a los miembros del ex Santo Oficio, el papa indicó: “No debemos cansarnos de insistir en la primacía de la persona humana y la defensa de su dignidad por encima de toda circunstancia”.

Adelantó que se está trabajando en Doctrina de la Fe en un documento sobre ese tema y esperó que “nos ayude como Iglesia, a estar siempre cerca de todos aquellos que, sin proclamas, en la vida concreta de cada día, luchan y pagan en persona por defender los derechos de los que no cuentan”.

El papa Francisco había aclarado en una reunión a puerta cerrada con el clero romano el pasado 13 de enero que esas bendiciones “no cambian la doctrina del sacramento del matrimonio entre un hombre y una mujer “y que “se bendicen las personas, no el pecado”, según informaron los medios vaticanos. (EL HERALDO)

 

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