A LA BÁSCULA

  Los beneficiarios de agua saludable

Este jueves estuvo de visita en la Comarca Lagunera el presidente Andrés Manuel López Obrador para poner en marcha al menos en el discurso, el proyecto denominado Agua Saludable para La Laguna, o la que apenas ayer supimos que será en partes, la primera etapa de una obra que dice el discurso oficial, garantizará agua potable en cantidad y calidad a los habitantes de la Comarca Lagunera por los próximos 30 años.

El proyecto en cuestión que afirman algunos especialistas que fue elaborado por personal de la empresa Lala —no se necesita ser genio para saber quién será el principal beneficiario—, y luego se le ‘vendió la idea’ al principal inquilino de Palacio Nacional, que les ha servido en bandeja de plata el agua de La Laguna a sus amigos los empresarios lecheros, no por nada aunque no escuche a campesinos o ambientalistas, siempre tiene en el presídium a Eduardo Tricio Haro, el presidente del Consejo de Administración del Grupo Lala.

Dice el gobernador de Durango, Esteban Villegas Villarreal que Agua Saludable para La Laguna le cambiará por completo la vida a la Comarca Lagunera, y que la implementación de este programa será un antes y un después, porque ya no se va a extraer agua del subsuelo, del acuífero principal, y que al ‘dejarlo descansar’, lo que va a permitir la recuperación de los mantos freáticos.

De pronto asustan ese tipo de apreciaciones, porque si bien el proyecto en el papel nos dijo desde el principio que una vez que se pusiera en funcionamiento, los pozos mediante los que actualmente extraen el agua para consumo humano los organismos operadores como Simas, Sideapa, Sapal, dejarán de funcionar, porque el agua que distribuirán será superficial, que se traerá por gravedad a través del río Nazas desde el sistema de prensas, Lázaro Cárdenas y Francisco Zarco.

Eso está muy bien, pero ¿sabe cuánto representa del volumen total que se extrae de nuestros mantos freáticos lo que se utiliza para consumo humano? Menos del 10 por ciento. Esto es, que de cada 100 litros de agua que se ‘chupan’ del subsuelo, solamente 10 van a las redes de distribución de agua potable que se destina al consumo humano, para beber, para los alimentos, para el aseo de las casas, para el lavado de la ropa.

¿Y el resto, es decir, los otros 90 litros? Ah bueno, pues esa es agua que se usa en el sector agropecuario y no precisamente el del sector social que ya prácticamente es inexistente. No, es para los empresarios, particularmente para los que producen alimento para el ganado lechero, el sector que mayormente a ha contribuido al abatimiento de los mantos acuíferos de La Laguna.

Sin embargo, los principales causantes del problema del hidroarsenicismo en La Laguna, los que han causado el abatimiento de los mantos, el consumo de metales pesados en el agua que consume —que consumimos— en la Comarca, ni han aportado un solo centavo para la obra, y suponiendo —sin conceder que así sea, como dicen los abogados— que el proyecto funcione, los únicos que no dejarán de extraer el agua de nuestros acuíferos —que tendrán a su exclusiva disposición la totalidad del líquido del subsuelo— serán precisamente los empresarios lecheros, es decir, Lala y compañía.

Para que el proyecto presidencial —es un decir— llegara a funcionar como nos lo han platicado, se requieren 200 millones de metros cúbicos anuales, que sumados a los al menos 800 millones de metros cúbicos que se destinan a cada ciclo agrícola completo, se requerirían en total mil millones de metros cúbicos.

Hasta el lunes pasado, de acuerdo con el reporte de Conagua, la presa ‘grande’, la Lázaro Cárdenas tenía almacenados un millón 431 mil 479 millones de metros cúbicos, apenas el 48 por ciento de su capacidad; mientras que la ‘chica’, la Francisco Zarco reportaba 103 mil 636 millones de metros cúbicos, solo el 33.51 por ciento de su capacidad de almacenaje.

¿Pero qué pasará en los años de sequía que sabemos que son cíclicos? ¿Qué pasará cuando no haya agua suficiente para el proyecto presidencial y el ciclo agrícola al mismo tiempo?

Pero encima de todo, si se tuviera disponibilidad del líquido para los siguientes 30 años, no se va a dejar ‘descansar’ a los acuíferos y no podrá darse tal recuperación, porque solo se dejaría de extraer el 10 por ciento, mientras que quienes tienen el control del otro 90 por ciento, ahora tendrán la posibilidad de tener a su disposición el 100 por ciento total.

¿Es este un proyecto social, o de beneficio para los amigos empresarios? ¿Usted qué cree?

laotraplana@gmail.com.mx

@JulianParrraIba

Autor

Julian Parra Ibarra
Es director del diario digital La Otra Plana y la revista impresa Metrópolis. En cuatro décadas de ejercicio periodístico ha trabajado en diarios como El Norte de Monterrey, La Opinión-Milenio en Torreón, Esto en la Ciudad de México y a.m. en León, Guanajuato entre otros; ha sido conductor en programas de radio y televisión. Es columnista en varios medios impresos y digitales de Coahuila y Durango.
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