NO HABRÁ NUEVA CONSTITUCIÓN

Este domingo 17, los chilenos ratificaron en paz y sin ningún disturbio, la constitución vigente desde 2006 que lleva la firma del expresidente socialista Ricardo Lagos.

En el plebiscito de elección entre el En Contra promovido por la izquierda y el A Favor de la derecha, ganó la primera opción por más de un millón 300 mil votos.

Y sigo sin entender la razón para que los medios mexicanos insistan que Chile votó a favor de la constitución implantada por Pinochet en 1980, porque no es así.

En 1989, antes del retorno a la democracia y un año después del triunfo del “No” que lo sacó del poder, un acuerdo entre los partidos opositores y la dictadura permitió 54 reformas que aprobaron el 85 punto 7 de los electores.

Se eliminó con ellas, la facultad presidencial de disolver la Cámara de Diputados; estableció el deber de los órganos del Estado de respetar y promover los derechos esenciales, la vinculación a los tratados internacionales en materia de derechos humanos y la derogación del artículo 8 que prohibía partidos políticos por razones ideológicas.

Se quiso entonces terminar con los senadores vitalicios, uno de los cuales fue el mismo Pinochet, pero no se pudo hasta 2005, durante el gobierno de Lagos; cuando ocurrió la segunda gran reforma a la constitución de Pinochet, con 54 modificaciones aprobadas por el congreso.

Además de los senadores designados y vitalicios, esa reforma eliminó el rol dado a las Fuerzas Armadas como “garantes de la institucionalidad” y la inamovilidad de los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas.

Redujo de 6 a 4 años el periodo presidencial, sin reelección inmediata, y aumentó las facultades fiscalizadoras de la Cámara de Diputados.

Y Chile pudo entonces tener, la constitución democrática avalada este domingo 17 por la mayoría.

De los diarios chilenos La Segunda, La Tercera y El Mercurio saqué algunos de los siguientes datos:

* Hora y media después de cerradas las mesas de votación con 27 por ciento de las boletas encuestadas, quedó claro que no se quería una nueva constitución.

* Consecuentes con la tradición democrática de Chile, minutos después la derecha reconoció su derrota.

* Contrariamente a lo que se esperaba, el En Contra tuvo su mayor respaldo en comunas de altos ingresos y el A Favor en las menos ricas y las rurales.

* Votaron En Contra principalmente las mujeres y los menores de 34 años.

* De los poco más de 15 millones 300 mil electores, votaron 12 millones 358 mil 90.

* Se incrementaron los votos en blanco y no válidos y las excusas para no votar, a casi el doble del plebiscito de septiembre de 2022 y debieron redistribuirse los carabineros, porque en algunas comisarias había filas de los que avisaban que no podían sufragar.

* Por ser voto obligatorio, sufragó la población carcelaria de 17 penales; en 14, ganó la opción En Contra.

* El presidente Gabriel Boric votó en su natal Punta Arenas y más tarde en Santiago reiteró que su gobierno no impulsará un nuevo proceso constituyente; que el cierre del mismo, debiera generar un mejor clima para el entendimiento y llamó a dejar la polarización y a la unidad nacional “hoy, sin más dilaciones”

* Su ministra vocera, Camila Vallejo, adelantó que en los dos años que les faltan como gobierno, darán prioridad a los temas que importan a la ciudadanía, como pensiones, empleo, seguridad, salud, vivienda y educación y empezarán con la reforma de las pensiones.

* Se habla de un reajuste de gabinete y del equipo presidencial de asesores.

* Algunas fuentes indicaron conversaciones con la oposición para no fracasar en el Congreso, pero representantes de ésta manifestaron que no aprobarán “malas reformas” como alza de impuestos.

* El principal impulsor de la opción A Favor, José Antonio Kast, dijo sentir el no haber podido convencer que el nuevo texto era mejor, que asumía la derrota también debida a divisiones dentro del sector y al cansancio de la gente, pero no estaba amargado y sus ideas “salieron fortalecidas”.

Añadió que el Partido Republicano que encabeza, comienza una nueva etapa “mejorando lo que haya que mejorar para recuperar Chile” y participar en los desafíos electorales locales y regionales del año próximo.

* El costo de los procesos constitucionales desde el plebiscito que en 2020 aprobó ir por una nueva, es de más de 150 mil millones de pesos chilenos; alrededor de 370 millones de dólares.

* La compañía estadounidense de asesoría financiera, Bloomberg, lamentó la desconexión de los partidos políticos con grandes sectores de población; señaló que los riesgos de malestar social siguen vivos y el resultado da duro golpe a la clase política y entrega cierta certeza de corto plazo.

Y que para los inversionistas las reglas favorables al mercado de una de las naciones más ricas de América Latina, permanecerán intactas por ahora.

En fin, tras dos plebiscitos seguirá rigiendo la constitución de centro izquierda de Lagos, considerada por los chilenos mejor que las dos últimas propuestas.

 

Autor

Teresa Gurza
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