No importa tanto el ídolo pop que se debió sobreponer a múltiples golpes para llegar al lugar que hoy ocupa, sino el contexto que se deja entrever en estos apretados cuatro capítulos de una serie documental que repasa el inicio y auge de un astro británico que, a los 50 años, se sigue reinventando. Importa su vida íntima y sus temores y anhelos porque todo lo demás -fama, canciones y glamour- es de conocimiento fácil. Para fanáticos del cantante, una joya. Para detractores, material para atacar. Para los que analizamos el documental y sus alcances, una pieza digna de revisión tranquila acerca de un artista vigente y maduro.
Datos iniciales: el artista británico Robbie Williams está alcanzando los 50 años de vida y repasa su existencia (al menos la que se permite en cuatro capítulos), rodeado de sus cuatro hijos y junto a su mujer.
Otro dato relevante: se montó en el escenario a los 16 años y desde entonces nunca más lo ha abandonado, a pesar de todos los vaivenes y no pocos roces con la prensa sensacionalista.
Robbie Williams parte el documental de su vida reflexionando “lo maravilloso” que ha sido todo este tiempo y comienza la revisión de su trayectoria en este docudrama de Netflix que, en retrospectiva, da cuenta de una leyenda viva y de un tipo ya maduro que se sigue asombrando respecto de lo que ha sido su carrera.
En estricto rigor, como formato documental, no hay grandes innovaciones narrativas porque se recorre la vida de Robbie Williams, sus alegrías y penas, sus obsesiones y sobre todo sus luchas para imponerse como solista en un medio que tardó años en perdonarle que haya abandonado a su grupo inicial, la banda Take That (algunos todavía no lo perdonan) y que debió rendirse ante un estilo especial de asumir la fama y el glamour como un chiste continuo. Lo novedoso está en las declaraciones de Williams, en sus desahogos ante una cámara que lo sigue y lo recalca como el ídolo que es.
Es un recorrido por su vida, desde ese lejano inicio en la banda adolescente Take That: tenía apenas 16 años, era el más chico de los integrantes de ese grupo y él reconoce que era un bebé en una banda de veinteañeros con vida y mucha, mucha experiencia en el cuerpo.
Robbie Williams siente nostalgia por esos años de la década de los noventa. El por estaba en su auge y los chicos se asentían destinados a un futuro esplendoroso, aunque internamente comenzaba el precio de la fama. Williams reconoce que se sentía famoso pero sabía que el paso al mundo adulto lo aterraba.
Reconoce que como eran chicos, había celos y a ratos muchos líos y desconfianza. Y es claro que no soportaba a Gary Barlow, líder del grupo porque era buenmozo, escribía las letras de las canciones y tenía plena seguridad de sus actos. Como todo giraba en torno a Barlow, eso le provocaba irritación a Robbie, que ya se insinuaba como un star. Eso se evidencia en una secuencia de grabación en el documental donde se evidencia la fuerte tensión entre ambos.
Puede parecer un lugar común, pero es verdad: vinieron tiempo en que la fama destrozó su existencia, con exceso de drogas, bebidas y fiestas. Ese exceso, ese mundo terminó por cansarlo hasta que reventó con una lastimosa presentación que significó el fin de su etapa Take That que impactó a los seguidores y generó la última tensión entre ellos. El corte fue brutal: después de almuerzo, le dijeron adiós y literalmente, quedó a la deriva.
Pasaron años para que Robbie Williams se reinventara como solista. Se fue a Londres con 21 años y comenzó a vivir un torbellino de excesos y salidas nocturnas. En 1997 comenzó a grabar su primer álbum solista, pero seguía consumido por la adicción y todo hacía presagiar que su carrera había terminado, más aún cuando su productor fue amenazado con ser despedido si no controlaba a su discípulo. Fue cuando decidió someterse a rehabilitación.
LOS ÁNGELES SALVADORES
Y entonces un ángel, tal cual, salvó su vida y lo rearmó, elevándolo como estrella pop. Fue el éxito Angels que vino a darle sentido a su existencia, un instante crucial que transformó todo. Lo dice con todas sus letras: “Me sacudí de las fauces de la derrota”. Y así se convirtió en estrella, de ésas definitivas, todavía vigentes.
La vida amorosa de Williams fue otro escollo para afianzar su fama. En 2000, se tomó unas vacaciones el sur de Francia junto a Guy Chamber, su esposa Emma, y Geri Halliwell, la cantante ex Spice Girls, quien había vivido etapas tan tormentosas como él. Esa afinidad los hizo tener un romance en el instante en que él se encontraba en plena desintoxicación definida, años más tarde, como un romance caótico entre una chica y un chico que eran buenos amigos que trataban, de manera desesperada, restañar las heridas.
La prensa sensacionalista hizo de las suyas, en el peor momento y de la peor manera: Robbie necesitaba descanso y los paparazis los seguían de manera vergonzosa. Llegó a insinuarse que los periodistas llegaban antes que ellos porque la misma Geri los llamaba. Todo fue dañino, llegando a deteriorar hasta su físico y hasta tuvo que recurrir a los esteroides para lograr soportar el desgaste sobre el escenario.
Dicen que el humor ácido y negro que lo caracteriza lo salvó también. Se ríe de él mismo y asegura que ama las drogas, riéndose frente a las cámaras y mirando sin iras su pasado.
Es probable que, como documental, sea uno más de los tantos que han surgido, a partir de figuras famosas -está el de Arnold Schwarzenegger y acaba de aparecer el de Sylvester Stallone, entre muchos otros dedicados a celebridades-, pero lo cierto es que a nivel de espectadores es muy interesante y breve, dejando en el punto exacto la revisión de la carrera de este intérprete que en la actualidad goza de fama, dinero y familia.
Los cuatro capítulos de la miniserie de Robbie Williams ya están disponibles en Netflix y se dividen en:
Parte 1: Vamos a destrozarnos
53 min. Tras alcanzar la fama a los 16 años con la banda Take That, Robbie enfrenta problemas de adicción mientras graba el álbum solista que lo transformará en una superestrella.
Parte 2: Ser nadie algún día
56 min. La fama y el éxito causan estragos en la vida personal de Robbie. Mientras los paparazis lo siguen de cerca, su salud mental y sus relaciones se ven afectadas.
Parte 3: Encuentros cercanos
51 min. En la cima de su carrera, Robbie emprende una gira colosal por Europa. Pero cuando regresa a su país, la prensa sensacionalista sigue complicándole la Parte 4: Cortar el circuito
40 min. Tras tocar fondo, Robbie encuentra la salvación en el lugar más inesperado. Una reunión emotiva con sus viejos amigos le devuelve la pasión por el escenario.
ROBBIE WILLIAMS. 2023 | Clasificación por edad:16+ | 1 temporada | Documental. Sinopsis: Después de 25 años de una fascinante carrera como solista, Robbie Williams recuerda épocas pasadas y reflexiona sobre su vida bajo los reflectores.
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