Ciudad de México.- En México, 80 por ciento de las empresas carecen de un adecuado sistema de denuncias ante acoso sexual que incluya un protocolo, lo que provoca que los empleados no reporten casos de este tipo o sufran consecuencias negativas, según una encuesta de AMITAI.
Un sistema efectivo debe plantear claramente la ruta a seguir para denunciar, ante quién hacerlo y las implicaciones, así como generar un clima de confianza para los denunciantes, explicó Fernando Sentíes, CEO de la organización sobre ética e integridad en el sector privado.
Y es que 50 por ciento de los trabajadores prefieran no denunciar.
Según la encuesta de la organización, las tres principales razones que mencionan para no presentar una denuncia son falta de canales para denunciar en la empresa, inacción de la compañía y temor a represalias como ser despedidos.
Como primer paso ante una denuncia de acoso, es primordial identificar la relación entre la víctima y el acosador, pues esto marca la pauta para definir el proceso a seguir, de acuerdo con AMITAI.
En diciembre de 2020, REFORMA publicó que, tras denunciar una violación presuntamente cometida por dos empleados de una distribuidora de BMW en Tijuana, una mujer fue despedida de la empresa.
Bajo el argumento de recortes por la pandemia de Covid-19, Janet de 25 años fue separada de su cargo, mientras que los acusados continúan en sus puestos.
En México, al menos 7 millones 900 mil mujeres han vivido violencia en el trabajo, según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2021, última disponible.
Los tres tipos de violencia en el trabajo que han enfrentado son: psicológica, física y sexual, esta última es la más común, ya que más de 5.7 millones, es decir, 73 por ciento, la han vivido.
Con la pandemia de Covid-19, el trabajo remoto cobró fuerza, pero el acoso sexual no se redujo por eso, lamentó Sentíes.
Señaló que solamente se han cambiado los espacios donde ocurren estos hechos.
Por ejemplo, por mensajes vía WhatsApp o en videollamadas.
Por eso, es importante que todas las empresas determinen que no sólo la oficina es el centro de trabajo, sino que también entran en la categoría las plataformas digitales y el transporte otorgado por la empresa para traslados, entre otros.
De esa forma, se asume una clara responsabilidad ante actos de este tipo.
Sentíes resaltó que el acoso sexual genera ambientes laborales tóxicos y desde el punto de vista económico, implica mayores costos para las empresas, porque un caso de acoso no atendido puede provocar baja productividad, alta rotación laboral y costos adicionales de capacitación.
Pese a la situación actual, el experto consideró que México está presentando algunos avances, entre otras cosas, gracias al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que incluye un capítulo en el que los tres países se comprometen a alinearse a las mejores prácticas dictadas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). (AGENCIA REFORMA)
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