PALABRAS CON SENTIDO

¿Los tempos de Dios son perfectos o no tan perfectos? 

Concluido el proceso de elección interna para designar al Coordinador de Defensa de la Cuarta Transformación (es decir, el candidato a la presidencia), MORENA ha seleccionado a Claudia Sheinbaum, exjefa de gobierno de la Ciudad de México, para liderar el proyecto que busca dar continuidad a la Cuarta Transformación en nuestro país.

La decisión de seleccionar a Claudia Sheinbaum como la candidata de MORENA para la presidencia no fue bien recibida por el excanciller mexicano, Marcelo Ebrard, quien expresó en diversas ocasiones su descontento y denunció irregularidades en el proceso que llevó a la victoria de Claudia. Como resultado de esto, impugnó la elección interna de MORENA ante la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia (CNHJ) y en conferencia de prensa, señaló que la resolución que tome el partido definirá la ruta política que seguirá en los próximos meses y que a partir del 18 de septiembre formalizara su movimiento político nacional.

No deja de llamar la atención la insistencia de López Obrador, Claudia Sheinbaum y Mario Delgado de invitar una y otra vez a Marcelo a no abandonar Morena con el ofrecimiento de un puesto en el gabinete de Claudia-presidenta o de una senaduría, lo que para Ebrard no resulta atractivo.

Marcelo ha sabido esperar e incluso “sacrificarse” en varias ocasiones. En el año 2000, declinó su candidatura a jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal por el Partido del Centro Democrático, sumando así un 4 por ciento adicional a la votación de López Obrador. En 2011, se repitió una situación similar cuando tanto Andrés Manuel como Ebrard expresaron su intención de ser candidatos presidenciales en las elecciones de 2012 por el PRD. Cuando se llevó a cabo la encuesta interna del partido y el actual presidente de México resultó favorecido en las encuestas, el excanciller mexicano optó por no impugnar los resultados.

Con MORENA como favorito en las encuestas, Marcelo anhelaba dicha candidatura pues sabia que tenia grandes posibilidades de ser el próximo presidente de México. Sin embargo, las encuestas no le favorecieron, y todo indica que no se quedará de brazos cruzados, explorando otras posibles vías para postularse como candidato.  Con Movimiento Ciudadano, las posibilidades de obtener un resultado favorable son difíciles, mientras que, con MORENA, la obtención de la candidatura parece casi imposible y esperar otros 6 años para ser candidato no parece ser una opción que le agrade a Marcelo.

Nunca se debe subestimar la capacidad de sorpresa en la política mexicana, pero en este momento, parece que el tiempo no está de lado de Ebrard. Cuando piensa que está ganando tiempo, en realidad parece que se le está agotando.

 

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