El pasado domingo 3 de septiembre, al recibir la constancia como responsable de la construcción del Frente Amplio por México, la senadora Xóchitl Gálvez, entre otras cosas, señaló: “Soy ingeniera y sé que los problemas no se arreglan con ideología, sino con soluciones”
Ante tal dicho, decidí consultar una explicación sencilla del término ideología, una definición ABC, y encontré que este hace referencia a un conjunto de ideas, nociones o conceptos abstractos que se relacionan entre sí respecto a un tema en particular y que se aplican a cómo los seres humanos entienden la vida que les toca, en el período y contexto histórico que viven. La palabra ideología proviene justamente del hecho de que combina ideas que tienen puntos en común y que permiten elaborar algo más complejo y abarcativo ya que todas se entrelazan para explicar determinados fenómenos humanos.
La ideología es central en la vida humana ya que es lo que nos diferencia del resto de los animales al poder entender la vida desde un punto de vista teórico y no sólo práctico. La ideología nos da una posible explicación sobre hechos o situaciones y nos permite también formar una opinión ya que representa una toma de postura.
El concepto de ideología se relaciona principalmente con el ámbito de la política. Si bien hay ideologías económicas y de muchos otros tipos, la realidad es que este término se aplica especialmente a la actividad política que para muchos es todo lo que hace el ser humano.
Podemos hablar del comienzo de la ideología en el modo en que la conocemos hoy recién a partir del siglo XIX y en las últimas partes del siglo XVIII.
Esto se vincula con los logros políticos de revolucionarios de diferentes partes de Europa que comenzaron a defender posturas políticas frente al abuso de las monarquías.
A lo largo del siglo XIX encontraremos diferentes ideologías como el liberalismo, el nacionalismo, el socialismo, el anarquismo que tendrán diferentes formas de entender el mundo y también le darán preeminencia a distintos actores sociales. La ideología política ha sido en este sentido importantísima para generar movimientos sociales y políticos que son hoy la base de nuestro sistema político actual.
Por ejemplo, en nuestro país, derivado de nuestro movimiento revolucionario de principios de siglo, el 5 de febrero de 1917, en el Teatro Iturbide de la ciudad de Querétaro, se promulgó la Carta Magna que actualmente nos rige. Con ella se dio origen al constitucionalismo social, el cual establece que la máxima ley de un pueblo no sólo debe fijar la base organizativa del Estado y reconocer las garantías individuales, sino también ser garante de los derechos sociales, económicos y culturales de las clases populares.
Pues bien, ese constitucionalismo social es producto de una articulación ideológica convertida en un marco jurídico que regula el rumbo que fijamos como Estado mexicano.
Por otra parte, dice el politólogo David Easton que las ideologías contienen las interpretaciones y los principios éticos explícitos y elaborados que definen los objetivos, la organización y los límites de la vida política y ofrecen una interpretación del pasado, una explicación del presente y visión del futuro.
Por tal motivo, se debe ser cuidadoso al querer desterrar la ideología en hechos o dichos, ya que el ser humano es un ser político y siempre estará movido por ideologías, y estas son las que, en todo caso, darán sustento a las soluciones.
José Vega Bautista
@Pepevegasicilia
josevegabautista@nuestrarevista.com.mx
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