COMO DECÍA MI ABUELA

“Padre no es el que engendra…”

Mis abuelos estuvieron casados desde su juventud y hasta que el fallecimiento de mi abuelo los separó, sin embargo, mi abuela nos contaba que el caso de su madre (mi bisabuela) fue muy diferente. Ella enviudó y contrajo nupcias varias veces, por lo que ella y sus hermanos eran hijos de diferentes padres, pero los unía un enorme cariño entre ellos y muchos le contaban el amor que sentían hacia su padre (mi bisabuelo). – Nunca lo conocí, murió cuando era muy pequeña, pero mis hermanos dicen que era muy buen papá y a todos nos quería mucho- contaba mi abuela con nostalgia y agregaba, – no cabe duda de que “padre no es el que engendra, sino, el que cría”.

He abordado, en otras ocasiones, el tema de la pensión alimenticia y qué comprenden los alimentos según el concepto acuñado en la ley, en esta ocasión y en el marco del “Día del Padre” en México, quisiera reflexionar y hablar específicamente del trabajo de crianza, el que es tradicionalmente desempeñado sólo por las mujeres y en los casos en los que es compartido, el reparto de la carga no es igualitario, por lo que urge evaluar cómo se desempeñan los padres en la crianza de sus hijos.

Pero empecemos definiendo ¿qué es criar? Buscando este concepto en internet, me encontré con la siguiente definición. Según la Real Academia de la Lengua Española, la crianza se define como: “Acción y efecto de criar, especialmente las madres o nodrizas mientras dura la lactancia”. Encuentro en este concepto dos problemas, que pudieran resumirse a uno solo: primero, considera la crianza como el periodo de lactancia y segundo se lo atribuye a las mujeres mediante la expresión “madres o nodrizas”.  Chapuceramente, la RAE, cuya última actualización data del año 2022, empareja la crianza al periodo de lactancia y de esta manera, resulta “natural” que sea un trabajo exclusivo de las mujeres, ya que sólo las personas nacidas bajo este sexo, somos susceptibles de amamantar.

Ahora bien, suponiendo sin conceder, que la crianza sólo comprendiera el periodo de lactancia, ¿cómo le llamamos a los cuidados prodigados a los menores después de este periodo?  Dentro de la misma RAE, encontramos la definición de educación. “1- Acción y efecto de educar/ 2- Crianza, enseñanza y doctrina que se da a los niños y a los jóvenes.” Entonces, hablaremos de educación.

Como madre puedo decir, que la tarea de educar a los hijos, es retadora y conlleva una gran responsabilidad, pero ello quizá, no sea lo que expresen los padres, ya que, en muchos casos, ni siquiera se involucran en las decisiones respecto de su educación. Quizá un padre piense que la educación de los hijos es costosa, porque solo considera la parte académica como educación.

Educar a un hijo, es proveerlo de todas las herramientas que tengamos a la mano, para que pueda desarrollarse plenamente dentro de la sociedad. Su educación implica, por ejemplo, enseñarle a comer y este solo acto, se pudiera desmenuzar en muchos pequeños pasos que van desde aprender a tomar los cubiertos, hasta elegir los alimentos más adecuados para una buena nutrición. Enseñar a un pequeño a “ir” al baño, no es sólo llevarlo a la puerta y esperar que la magia suceda, es convencerlo de que el proceso es importante para crecer (generalmente a los dos años tienen mucha prisa por ser “niñas/niños grandes”) y una vez convencido, superar la frustración que viene después de los “accidentes” e interrumpir la comida por ayudarle al menor a realizar una adecuada higiene. Cabe mencionar que, a lo largo de mi vida, he visto a tías, primas, amigas, a mi propia hermana salir corriendo cuando el pequeño grita “mamá, ya acabé”. No recuerdo, al menos en este momento, un niño que llame a su padre.

Educar a un hijo para que se vista adecuadamente y vaya a la escuela, se duerma y se levante a la hora designada para tal efecto, haga tareas académicas y domésticas, practique deporte o algún hobbie, etc, son tareas que tradicionalmente se nos dejan a las mujeres, las cuales, las desarrollamos lo mejor que podemos, con las herramientas que tenemos y muchas veces, acompañadas de otras mujeres, pero con muy baja participación o hasta ausencia de los padres. Utilizo la palabra “tradicionalmente” porque, por fortuna, existen hombres que encuentran gratificante la tarea de compartir la crianza con las madres, pero de ello hablaré en otro momento.

Hoy quiero aprovechar el espacio, para señalar la violencia detrás de esta práctica de los hombres por desentenderse de sus obligaciones como padres, y para invitar a todas las madres que quieran participar para realizar un tendedero con la colectiva FURIA Coahuila, para nombrar a aquellos que las han dejado solas en esta ardua e importante labor, la crianza y educación de los hijos, mediante la nominación a los premios “PAPIS POPIS”. Toda la información estará disponible en la página de Facebook de la colectiva. Porque como decía mi abuela “padre no es el que engendra, sino el que cría” y hay muchos progenitores a quienes el título “padre” les viene muy grande.

 

 

Autor

Leonor Rangel
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