Adscrito al Departamento de Computación ha propuesto algoritmos evolutivos multiobjetivo aplicados en diseño de aviones, corte de caña y redes eléctricas e hidráulicas, entre otros usos
Ciudad de México.- Al agradecer a los miembros de El Colegio Nacional su incorporación como nuevo miembro, Carlos Coello Coello (Tonalá, Chiapas, 1967) destacó la importancia de que las ciencias de la computación se encuentren representadas por primera vez en esa prestigiada institución nacional.
Durante su lección inaugural, el investigador del Departamento de Computación del Cinvestav hizo un recorrido de su trabajo científico que comenzó con su formación en ingeniería civil hasta llegar a realizar una intensa labor de investigación en el campo de las ciencias de la computación, donde, junto con sus estudiantes, ha desarrollado múltiples algoritmos evolutivos multiobjetivo con aplicaciones a nivel internacional en el diseño de aviones supersónicos, corte de caña de azúcar, configuración de redes eléctricas y sistemas hidráulicos, entre otras.
El también Premio Nacional de Ciencias y Artes 2012, en el área de Ciencias Físico-Matemáticas y Naturales, sostuvo que algunas de sus principales contribuciones científicas son el desarrollo del primer micro-algoritmo genético para optimización multiobjetivo basado en el uso de poblaciones.
Una aportación más se derivó del estudio de optimizadores basados en cúmulos de partículas para el desarrollo de una extensión multiobjetivo de la metaheurística, conocida como “particle swarm optimization” (PSO) que simula el movimiento de una partícula en un fluido, sin uso de operadores como la recombinación y mutación, algoritmo que se volvió un estándar porque se publicó en la revista de mayor factor de impacto en el tema.
Otra contribución científica basada en la metaheurística bioinspirada, está relacionada con los sistemas inmunes artificiales, que cuentan con mecanismos para permitir adaptarse a cambios en el ambiente (aprende sin entrenamiento)
En 2003, esa propuesta se envió a la revista Genetic Programming and Evolvable Machines y, durante su arbitraje a partir del comentario de los revisores para medir la convergencia y distribución, plantearon una solución denominada “distancia generacional invertida” que se convirtió en un indicador popular; el algoritmo fue el primer sistema inmune multi-objetivo basado en la optimalidad de Pareto, con un desempeño competitivo respecto a otros de ese tiempo.
Carlos Coello recordó que cuando emprendió la carrera de ingeniería civil en la Universidad Autónoma de Chiapas, su padre le obsequió una computadora Timex Sinclair y “fue el inicio del camino a la curiosidad por saber más sobre esas máquinas dentro de las cuales se ocultaba un mundo maravilloso”; usaría otras computadoras sencillas hasta adquirir una Printaform compatible con IBM, con ellas aprendió a programar de forma autodidacta, en su intento por resolver problemas de análisis estructural e hidráulica. Al graduarse consiguió una beca para estudiar una maestría y después el doctorado en ciencias de la computación en la Universidad de Tulane, en Luisiana.
“Me puse a estudiar a fondo los conceptos de la teoría de la computación, principios de diseño de los lenguajes de programación, los enigmas de lo computable y lo no computable, la hipótesis de los símbolos físicos (base teórica de la Inteligencia Artificial Clásica), álgebra relacional, el ciclo del software y los principios de la arquitectura de las computadoras”, entre otros, explicó.
Hacia 1994, durante su doctorado y tras leer un artículo sobre un “algoritmo genético” tuvo su primer contacto con el área a la que se dedicaría el resto de su vida, y en su tesis trabajó en la “computación evolutiva”, término para denominar estudios de algoritmos que simulaban la evolución natural.
Carlos Coello Coello, miembro del Sistema Nacional de Investigadores nivel III, reconoció el apoyo recibido del Cinvestav en 22 años de trabajo, a los 22 doctores y doctoras así como a las y los 48 maestros cuyas tesis ha supervisado, además de a toda su familia. Aseguró que le gusta ser disruptivo; desafiar aquello que los y las demás aceptan como dogma; pensar cómo la calidad de la investigación no depende de la ubicación geográfica, sino de la capacidad como científicos o científicas; desafiar a sus estudiantes para demostrar que pueden lograr cosas más grandes de las que imaginan; formar investigadores e investigadoras y darles la motivación para hacer un trabajo de excelencia, porque ellos y ellas son el futuro del país y constituyen su legado más valioso.
La ceremonia de ingreso de Carlos Coello Coello a El Colegio Nacional fue encabezada por supresidenta en turno, Susana Lizano Soberón, y la lección inaugural fue respondida por Eusebio Juaristi Cosío, también miembro de El Colegio e investigador del Departamento de Química del Cinvestav, quien destacó la importancia de la computación en todas las áreas del conocimiento. (CINVESTAV)
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