Polémica, curiosa y mezcla entre Los Cazafantasmas y El Conjuro, este filme español mezcla de manera saludable el terror con el humor y termina siendo una gran sorpresa en la cartelera reciente de la plataforma Netflix, aun cuando no sea una película perfecta es, por lo menos, un entretenido filme que sabe utilizar los elementos característicos de los géneros que aborda. Ideal para un día lluvia.
Si bien este estreno ha sido catalogado como un filme sin rumbo o una oportunidad perdida, por cierta parte de la crítica, hay otro sector que la señala como una película que recupera para el cine español el atrevimiento de entrar de lleno en géneros como el terror y la comedia, que tienen toda una identidad, un estilo y unos elementos característicos.
‘Fenómenas’ (2023) es una comedia de terror española que parte de la existencia real del Grupo Hepta, una organización altruista centrada en la investigación de fenómenos paranormales en España.
Ese puro dato es un elemento interesante, sobre todo considerando la gran cantidad de filmes estadounidenses que han hecho de lo paranormal su sello, con distintas maneras de abordar lo inexplicable.
El filme está ambientado en Madrid de 1998, justo en la época en la que el Grupo Hepta atraviesa una severa crisis, razón por la que aceptan un caso rutinario que, a medida que avanza la investigación, crece en complejidad y peligros para los integrantes del equipo.
‘Fenómenas’ se disfruta por lo atípico de su planteamiento, sobre todo cuando el escenario es español y se entremezcla con el particular acento ibérico y un trío actoral de lujo.
La dirección de la película es de Carlos Therón (Operación Camarón), quien sale bastante airoso de la empresa, sabiendo dosificar en buena forma el terror característico de efectos de sonido y montaje con un soterrado humor que ayuda a levantar el filme, sobre todo hacia el final que resulta menos efectivo que lo esperado en su envoltorio formal que es espléndido en su uso de sombras y espacios reducidos.
Es cierto que la película nunca alcanza lo magistral, pero sí es una de esas obras fílmicas que se disfrutan si se la visiona sin mayores pretensiones, revelándose como una muy grata sorpresa, sobre todo al atreverse con un tema al borde del ridículo y que más encima está basado en un caso real.
Lo que de verdad se agradece es el trabajo afiatado de las tres protagonistas, Belén Rueda, Toni Acosta y Gracia Olayo, las que imprimen estilo y calidad a sus personajes extravagantes y el excelente trabajo del diseño de producción y una estupenda fotografía de Ángel Amorós, pues con estos elementos se arma una historia de fantasmas y espectros de verdad entretenida y digna, aun cuando quede al debe en el cierre de todo el desarrollo que prometía más de lo que finalmente entrega.
Un grave defecto del filme radica en que se carga la balanza hacia la comedia (algo de lo cual los españoles han hecho escuela), descuidando el trabajo con el terror, uno de los géneros más difíciles de lograr, sobre todo en estos tiempos en que nada parece asombrar a nadie.
El misterio de un anticuario, de su casa y de sus laberintos, pasa a un segundo plano cada vez que la comedia se introduce por los costados, lo que pudo evitarse, logrando quizás mayor impacto con una historia real que tuvo su instante de novedad en el medio madrileño.
Tal vez el director debió apostar derechamente por la comedia, el humor absurdo y el delirio (como ocurre en ciertas secuencias), por cuanto el trabajo acotado con el terror es lo que resulta más dañado en las sumas y en las restas.
Punto a favor es que el director trabaja con mujeres maduras en situaciones de extremo peligro y desconcierto, sacando de plano el cliché de los personajes juveniles ahítos de adrenalina, cuando acá las mujeres protagonistas deben luchar no solo con lo paranormal sino también con su incipiente vejez y los trastornos propios de estar al borde de la tercera edad.
En apretados 90 minutos, la película puede decepcionar a los que buscan terror en estado puro (algo que sucede también con la reciente ‘El exorcista del Papa’) o que resulte menos divertida para los amantes de la comedia, no obstante, para los que desean ver algo diferente, se encantarán con estas mujeres mayores que se meten en una escalofriante situación donde la lógica queda suspendida. Y ojo, la secuencia post créditos anuncia que acaso haya una secuela.
En definitiva, el creador del filme ‘Lo dejo cuando quiero’ entrega su trabajo más polémico, que ha dividido tanto a la crítica como al respetable público: las opiniones van desde una pérdida de tiempo hasta un saludable ingreso del cine español en el terreno de lo fantasmal.
De este modo, ‘Fenómenas’ es una película que mezcla géneros sin culpa, aborda un tema entretenido, pero sin entrar en mayores profundidades y que brilla gracias a que los papeles principales están a cargo de tres formidables actrices que conectan de manera inmediata con los espectadores, aun cuando el conjunto de la propuesta no termine de convencer demasiado a nadie. A pesar de ello, se deja ver, entretiene y es la película ideal para un día lluvioso, marco ideal para ver a estas cazafantasmas españolas en acción.
Autor
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Periodista, Escritor
Doctor en Proyectos, línea de investigación en Comunicación
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