VPN vs. Proxy: ¿cuál es la mejor opción?

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En el mundo digital actual, proteger nuestra privacidad y seguridad en línea es fundamental. VPN (Red Privada Virtual) y Proxy son dos soluciones populares para mantener nuestra información segura. Ambas tecnologías tienen sus ventajas y desventajas, por lo que elegir la adecuada depende de nuestras necesidades y requisitos específicos.

A medida que las amenazas en línea se vuelven más sofisticadas, las personas y las organizaciones buscan mejores formas de protegerse de posibles infracciones de seguridad.

Cuando se trata de seguridad y privacidad, no existe un enfoque único para todos, puesto que cada uno de nosotros tiene necesidades diferentes que deben abordarse. A continuación, explicamos detalles de cada una y nuestra recomendación final para su funcionamiento.

Funcionamiento de una VPN

Una VPN crea una conexión segura y cifrada entre nuestro dispositivo y la red de Internet, permitiendo que los datos se transmitan de manera segura. Al utilizar una VPN, nuestra dirección IP real se oculta y se reemplaza con la dirección IP del servidor VPN al que nos conectamos. Esto nos brinda privacidad y seguridad, y también nos permite acceder a contenido restringido geográficamente.

Utilizando una combinación de protocolos de privacidad y técnicas de cifrado, una VPN puede mantener el anonimato y la seguridad de sus usuarios. Más allá de la privacidad y la seguridad mejoradas, una VPN también puede ofrecer mejoras notables en la velocidad y el ahorro de costos, así como el acceso a sitios que de otro modo estarían restringidos.

Hay muchos tipos de VPN con diferentes necesidades según las preferencias del usuario, por lo que es importante considerar cualquier recomendación cuidadosamente antes de tomar una decisión.

Funcionamiento de un Proxy

Un Proxy, por otro lado, es un intermediario entre nuestro dispositivo y el sitio web o servicio al que queremos acceder. Cuando utilizamos un Proxy, nuestra dirección IP original se oculta y se muestra la dirección IP del servidor Proxy. Sin embargo, a diferencia de una VPN, la conexión entre nuestro dispositivo y el servidor Proxy no está cifrada, lo que hace que sea menos seguro.

Si necesita acceder a información restringida en la web o protegerse de posibles amenazas de piratería, un proxy puede ser de gran ayuda. Al mismo tiempo, su funcionamiento viene con aspectos críticos a considerar al seleccionar uno -velocidad, costos, necesidades- y si desea más de un tipo de protección, puede ser útil combinar algunos de ellos.

Seguridad en línea: ¿cuál ofrece mejor protección?

En términos de seguridad, una VPN es una opción más sólida. Al proporcionar cifrado de extremo a extremo, protege nuestra información y mantiene nuestra identidad en línea oculta. Los Proxies pueden ocultar nuestra dirección IP, pero no ofrecen cifrado, lo que significa que nuestra información podría estar expuesta a terceros.

Entonces, al considerar qué opción ofrece una mejor protección, tenemos que ver los pros y los contras de ambos.

Con una VPN, los usuarios obtienen acceso a datos y servicios restringidos sin dejar de ser privados, mientras que un servidor proxy ofrece a los usuarios una velocidad mejorada en comparación con una VPN, pero no acceso a datos o servicios restringidos. Además, el costo de estos servicios varía mucho, así como su experiencia de usuario, lo que los hace más adecuados para diferentes casos de uso.

Acceso a contenido restringido: ¿cuál es más efectivo?

Una VPN es generalmente más efectiva para acceder ha contenido restringido geográficamente. Al cambiar nuestra dirección IP, nos permite acceder ha contenido bloqueado en nuestra región. Los Proxies también pueden desbloquear contenido, pero algunos servicios, como Netflix, han tomado medidas para bloquearlos.

Para conectarse a un proxy, la URL primero debe convertirse en una lista de direcciones IP. Este es un proceso tedioso que puede llevar horas. Es probable que obtenga los mejores resultados con un servicio VPN de buena reputación.

Velocidad de conexión: ¿cuál es más rápida?

Según la calidad de su proveedor de VPN y la potencia de sus servidores, es posible que experimente velocidades más lentas que con un proxy. Esto se debe al proceso de cifrado y descifrado de datos que se lleva a cabo cuando se utiliza una VPN. Si bien las VPN pueden ser más lentas que los proxies, ofrecen una mayor seguridad, ya que todos los datos están encriptados.

En última instancia, es importante sopesar sus opciones antes de elegir entre un proxy o una VPN. La mayoría de los proxies son gratuitos, pero algunos ofrecen versiones pagas. Las VPN no siempre son gratuitas, pero a menudo vienen con una garantía de devolución de dinero. Facilidad de uso y configuración

Ambas opciones son relativamente fáciles de configurar y utilizar. La mayoría de los proveedores de VPN ofrecen aplicaciones para diferentes dispositivos y sistemas operativos, mientras que los Proxies pueden configurarse manualmente o mediante extensiones de navegador. La facilidad de uso dependerá de nuestras habilidades técnicas y preferencias personales.

Recomendación final

Al comparar VPN y Proxy, es importante considerar nuestras necesidades y prioridades. Si la privacidad y la seguridad en línea son lo más importante, una VPN es la mejor opción. Si buscamos una solución rápida y sencilla para acceder ha contenido bloqueado o simplemente ocultar nuestra dirección IP, un Proxy podría ser suficiente.

En nuestra opinión, las VPN tienen mejor desarrollo en los últimos años, superando con tecnología y seguridad a los mejores proxys del mercado. Por ende, es mejor utilizar una VPN si realmente buscas una protección segura de tus activos digitales. Adicionalmente, algunas empresas ofrecen versiones de prueba que te permiten analizar si esta es la solución que estabas buscando.

 

Autor

El Heraldo de Saltillo
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