A LA BÁSCULA

Las malas compañías 

Por si todavía había algunos a las que les quedara alguna duda, la ceremonia de toma de protesta de Manolo Jiménez como el candidato del PRI —y de la alianza Va por Coahuila—, el sábado pasado en Torreón, fue una muestra del músculo priista en la entidad, de la aceptación que el joven político saltillense ha tenido entre los ciudadanos de la mayoría de los rincones de la entidad.

La estrecha cercanía con los gobernadores de Coahuila y Durango, Miguel Ángel Riquelme Solís y Esteban Villegas Villarreal, a querer y no le dan un plus a Manolo. Con el primero de ellos, que le dejará un estado firme, fuerte y seguro, con un trabajo intenso que le ha llevado a consolidarse como el gobernador mejor calificado del país; y con el segundo porque demostró el trabajo y el camino que una campaña en coalición puede llevar a su partido a triunfos electorales como el que él consiguió en Durango.

Acompañando a Jiménez Salinas en tierra laguneras, además de los gobernadores mencionados, estuvieron otros personajes como las senadoras Verónica Martínez, Claudia Ruiz Massieu y Claudia Anaya; el ex gobernador coahuilense Enrique Martínez y Morales; los alcaldes de Torreón y Saltillo, Román Alberto Cepeda y José María Frausto Siller, respectivamente.

Por supuesto que no podía faltar el líder del PRI en la entidad, Rodrigo Fuentes Ávila —quien por cierto este lunes celebró su cumpleaños, felicidades—, además de alcaldesas y alcaldes priistas de Coahuila, diputados locales, federales, consejeros políticos locales y nacionales figuras todos que refuerzan y apuntalan la candidatura de Manolo, pero quizá la mayor fortaleza la representaron los liderazgos de los sectores y organizaciones priistas, y una muy nutrida militancia.

Sin embargo, también estuvieron presentes personajes que no estoy seguro si le suman o le restan al candidato aliancista: principalmente el líder nacional de su partido, Alejandro Moreno; el ex presidente nacional del mismo, Manlio Fabio Beltrones y el ex gobernador de Oaxaca, José Murat. Bien dicen que hay sumas que restan. Moreno, por ejemplo, sabedor que en el Estado de México las posibilidades de un eventual triunfo en el Estado de México son mínimas, del único que puede agarrarse como tabla de náufrago para evitar terminar ahogado, es Coahuila. Es mayor el uso que ‘Alito’ puede darle a la imagen de una figura fresca y joven, que lo que él le pueda aportar.

Si bien es cierto que Manolo Jiménez no tiene mucho margen para dejar de lado al presidente nacional de su partido, sí tienen que buscar él y su equipo de trabajo, la fórmula para que esté públicamente lo menos cerca posible. Manolo tiene que rodearse de triunfadores, como Riquelme Solís o como Villegas Villarreal.

Pero, y yo le pregunto ¿cuánta fuerza le pueden inyectar a la campaña de Manolo Jiménez Salinas las figuras de Alejandro Moreno y Manlio Fabio Beltrones si entre los dos han perdido el mayor número de gubernaturas, sobre todo bajo el ‘liderazgo’ del campechano que recibió el partido con 11 gubernaturas y actualmente solo le quedan tres, dos de ellas en juego en junio de este año? Al menos el sonorense tuvo la vergüenza de renunciar luego de incumplir su promesa de ganar nueve de 12 gubernaturas en juego en 2016, entre ellas Durango.

Pero Moreno, sin el menor gesto de humildad, lejos de dar un paso al costado para que llegue alguien que pueda llegar a recomponer el ya muy deteriorado camino del PRI, se aferra al puesto, busca recursos legaloides y tramposos parta mantenerse en el puesto y alargar el periodo para el que fue electo, todo en la búsqueda de un beneficio personal, tratando de mantener una red de protección, aunque entre las patas se lleve a lo poco que queda de su partido.

Por ello la sugerencia a Manolo Jiménez Salinas, que se apoye y apalanque su campaña en gente que le ayude a sumar, y esa la puede encontrar al interior de su partido sin ir más lejos, entre los militantes y simpatizantes del propio, pero también de los otros dos partidos con los que van coaligados, el PAN y el PRD.

Ya estamos a alrededor de 20 días de que inicien las campañas constitucionales, y Manolo y su equipo tienen que ir cuidando todos los detalles, sobre todo los más pequeños, para que la ventaja que le asignan las casas encuestadoras serias, no solo no disminuya, sino que se incremente, y termine por conseguir una victoria como la que logró Esteban Villegas en Durango, avasallando a sus rivales.

Manolo tiene dos grandes fortalezas: que es un producto muy ‘vendible’, que tiene una gran ascendencia con la gente y lo respalda una limpia trayectoria como funcionario público; y la segunda, que el trabajo realizado por el gobernador Miguel Ángel Riquelme, son los cimientos, fuertes y firmes, sobre los que podrá construir su campaña, y el camino que lo puede llevar a la gubernatura. Sólo hay que cuidar los detalles, que siempre esté rodeado de gente positiva y triunfadora.

 

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@JulianParraIba

 

 

 

 

 

 

 

 

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El Heraldo de Saltillo
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