Señalan debilidad de sistemas de salud ante futuras crisis sanitarias

(Xinhua/Mario Armas)

Ciudad de México.- Los sistemas de salud no son lo suficientemente fuertes y resistentes para enfrentar futuras crisis de salud, como se observó con la pandemia de Covid-19, por lo que deben prepararse para ello, advirtió la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).

Para atender la nueva realidad sanitaria se necesitan 3 millones más de médicos, enfermeras y personal de salud en total en los 38 países de la OCDE, además de que hace falta un gasto de inversión anual equivalente al 1.4% del PIB en todos los países.

Con la pandemia, dejaron de atenderse a personas que ya tenían enfermedades crónicas o algún padecimiento previas al Covid-19 y ahora tendrán que atenderse tanto éstas como aquellas que sufren por secuelas del coronavirus, lo que requiere de infraestructura, personal y sistemas de salud más resistentes.

La Organización afirmó que la pandemia mostró que aún los países con mayores avances en los sistemas de salud no estaban preparados para responder a este tipo de choques, por lo que se debe de trabajar para estar listos ante futuras crisis sanitarias.

Los efectos de la pandemia mostraron que se tiene que trabajar en las tres vulnerabilidades que más se observaron en el mundo: los sistemas de salud están poco preparados, no cuentan con suficiente personal ni infraestructura.

En el documento “¿Listos para la siguiente crisis? Invirtiendo en la resistencia de los sistemas de salud”, la OCDE expuso que hace más falta invertir en prevención y en infraestructura física y digital en los países que conforman la organización entre ellos Alemania, Austria, Canadá, Chile, Estados Unidos, España, Finlandia, Holanda, México, entre otros.

La OCDE dijo que la pandemia mostró la vulnerabilidad de los sistemas de salud, por ejemplo, el porcentaje de exceso de mortalidad fue 20 veces más alto en México que en Noruega; además de que la expectativa de vida en 28 de los 38 países que conforman la OCDE bajó en 0.8 años.

Si se observa a los países de Latinoamérica, se registraron altos niveles de mortalidad, por falta de sistemas robustos de salud, a mediados del 2020 en Chile, a principios del 2021 en México y a mediados del 2021 en Colombia y Costa Rica.

Entre 2020 y 2021 “la mortalidad fue particularmente alta en México, que experimentó un incremento de 56% en el total de muertes, de 6 mil 94 muertes adicionales por millón, y en Colombia que experimentó un 48% de incremento del total de muertes, de 3 mil 590 muertes adicionales por millón”, expuso.

Por ejemplo, es necesario considerar que el 35% de la población de los 38 países OCDE  ya tenían una enfermedad desde 2019, o incluso que tenían un padecimiento crónico  que hizo que la población fuera menos resistente al nivel de mortalidad del Covid-19.

La OCDE afirmó que es necesario promover la salud pública, retener a los trabajadores del sector salud, aumentar la cooperación internacional, mejorar la cadena de proveeduría, difundir que la salud mejora el nivel de vida y promover la mayor participación de la sociedad.

Para la OCDE el tener más trabajadores en el sistema de salud mostró que bajará las tasas de mortalidad, además de que revertirá los retrasos sustanciales que hay porque durante la pandemia dejó de darse atención para otros padecimientos. (EL UNIVERSAL)

 

 

 

 

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