AMLO está empeñado en asesinar a las instituciones

Foto: Agencia EL UNIVERSAL/Fernanda Rojas/MAR.

 El Centro Católico Multimedial señala que el Plan B es un descarado método que haría que el voto de cada ciudadano sea, prácticamente, un garabato en un papel al comprometerse la certeza de las elecciones por un injerencismo absoluto del gobierno del partido en el poder

Ciudad de México.- El Centro Católico Multimedial (CCM), en su editorial de esta semana, criticó la orden del secretario de Gobernación a los legisladores de su partido en la LXV Legislatura, de «descuartizar» al Instituto Nacional Electoral (INE), algo que calificó como la prueba de cómo el gobierno de AMLO está empeñado a asesinar completamente las instituciones que han apuntalado una democracia que se pensaba madura.

El órgano informativo para la iglesia católica detalló que, al iniciar el segundo período de sesiones en el segundo año de la actual Legislatura, todo se enfoca a estos temas de los cuales depende vivir en un país de instituciones ciudadanas o sumido en el autoritarismo: Elecciones en dos estados, designación de nuevos consejeros y detener la aniquilación del INE.

«El Plan B de López Obrador espera su ratificación en el Senado. Será de los primeros asuntos que la Cámara alta analice en un clima de crispación por las elecciones en dos estados que serán estratégicos para el proceso de 2024. Tan pronto se apruebe, el alud de controversias serán puestas en la Suprema Corte de Justicia de la Nación para revertir lo que, a todas luces, es contrario a la Constitución», explicaron.

Enfatizaron que no es para menos, ya que habiendo esclarecido la naturaleza de las reformas que ni los diputados conocieron, el Plan B efectivamente hace honor a su cometido.

Además, explicaron sus implicaciones:

Eliminar las 300 Juntas Ejecutivas Distritales encargadas de realizar el trabajo sustantivo de preparación, organización y celebración de elecciones, fusionar oficinas y direcciones que eliminarían plazas del servicio profesional electoral, vulneración del Padrón Electoral y la cartografía electoral, módulos de atención ciudadana en oficinas de gobierno en una clara violación de la independencia del INE.

También, de la vulnerabilidad de los datos personales sensibles como son las fotografías y las huellas dactilares, se acabaría con la educación cívica electoral, se impediría la capacitación electoral,  se suprime la Junta General Ejecutiva del INE para ser sustituida por una Comisión de Administración de cinco consejeros electorales contraria a la Constitución, así como la reducción de la estructura del INE en más del 84 por ciento lo que le convertiría en una oficina de trámites mínimos.

Enfatizaron que eso sólo es la punta del iceberg, ya que en el fondo, el Plan B es un descarado método que haría que el voto de cada ciudadano sea, prácticamente, un garabato en un papel al comprometerse la certeza de las elecciones por un injerencismo absoluto del gobierno del partido en el poder. (EL UNIVERSAL)

 

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