Alfonso Cuarón, nominado al Oscar con “Le pupille”

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Ciudad de México.- Cuatro años después de haber arrollado en la ceremonia del Oscar con “ROMA”, el cineasta Alfonso Cuarón volverá a buscar uno en la categoría de Mejor Cortometraje de Ficción como productor de “Le pupille”.

La historia sigue a un grupo de chicas de un internado católico antes de la Navidad, en una época de guerra y escasez.

En sus vitrinas Cuarón tiene los premios de la Academia a Dirección (“ROMA” y “Gravedad”); Edición (“Gravedad”) y Fotografía (“ROMA”).

Alfonso nació en la ciudad de México en 1961 y de niño, jugaba a los soldaditos, ahí se dio cuenta que una historia tenía principio, desarrollo y final.

Un día que salió de la escuela se encontró una estrella, de ésas que se pegan en la frente. Se la puso y cuando llegó a casa, su mamá lo trató bien. Ahí se dio cuenta que los reconocimientos servían de algo.

Gustaba asistir a los extintos cines Gloria y Estadio donde se pasaba gran parte del día. Su primera cámara la tuvo a los 11 años y, ya entrada la adolescencia, el cabello largo y su aspecto hippie era mal recibido por los vecinos.

Cuando iba a restaurantes gustaba pedir platillos exóticos, recuerda su hermano, el escritor Carlos Cuarón, pues podía pedir cerebro de mono como sopa, ante la sorpresa de todos.

Ingresó al CUEC, escuela de cine de la UNAM, y ahí conoció a Luis Estrada («El infierno») y Emmanuel Lubezki quien a la postre sería su compañero de fórmula en Hollywood.

Con Estrada realizó el corto “Vengeance is mine”, para el CUEC, por el que fue expulsado de la escuela. “Las cosas así fueron”, ha dicho el realizador.

La frase que aprendió Cuarón durante sus trabajos iniciales en cine, fue “el que sabe obedecer, sabe mandar”. Y cada que lo aceptaban en un trabajo, lo aplicaba. Así fue el que traía los cafés durante los primeros días de rodaje de “Desaparecido”, de Costa Gavras.

Trabajó como director en la serie de terror y suspenso “La hora marcada”.

“Sólo con tu pareja”, su ópera prima, la escribió junto con su hermano Carlos durante tres meses: aprovecharon el Mundial de Futbol de Italia 90 y una decepción amorosa para darle fin a esta cinta protagonizada por Daniel Giménez Cacho, sobre el sida.

El concepto que tiene sobre sus películas arranca la carcajada de quien la escucha. “Las películas son como las ex mujeres, se les tiene cierto cariño por lo que fueron, pero hasta ahí”.

Sydney Pollack, director de “Tootsie”, lo invitó a trabajar en Estados Unidos en un proyecto que se cayó. Entonces hizo la serie, “Fallen Angels”.

Su primera película en la Meca del Cine, “La princesita”, fue alabada incluso por Bill Clinton, presidente de EU, por hablar de la esperanza infantil.

En su cinta “Harry Potter y el prisionero de Azkaban” no se olvidó de su nacionalidad e hizo un homenaje a México a través de figuras icónicas de nuestro país en diversas escenas de la cinta, como el cameo de calaveritas de azúcar y una estatua del águila devorando una serpiente en una fuente de “Hogwarts”.

Para “Niños del hombre”, cinta por la que estuvo nominado al Oscar, eligió a una actriz negra porque desde África surgió la humanidad. (EL UNIVERSAL)

 

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El Universal
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