Miguel Nohemí Guerra
En esta ocasión te platico de la historia de un Saltillense por nacimiento, que ha dedicado su vida al trabajo. Me refiero a Miguel Nohemí Guerra.
Don Miguel vio la luz por primera vez el 11 de septiembre de 1951. Hijo de migrantes, su padre fe Miguel Nohemí Saudí, de origen sirio, nacido en Kafr Ram, quien me asegura su nieto —también de nombre Miguel— que llegó a México siguiendo a su amada, Georgina Guerra Whebe, nacida en Beirut, Líbano, con quien se casó y juntos procrearon y educaron a siete hijos: Jorge Moisés, Chata, Sara, Juanis, Lupe, Miguel y Toño.
En 1949, don Miguel —papá de Miguel—abrió las puertas de un negocio llamado “Casa Miguel”, en el cual los Saltillenses podían comprar telas, pantalones, camisas, ropones y más, ubicada en el cruce de lo que era la calle Venustiano Carraza y Zaragoza. Déjeme aclararle estimada y estimado Saltillense, que en aquellos años, la calle que hoy conocemos como Pérez Treviño, era llamada Venustiano Carranza.
Al cumplir 12 años, Miguel, tuvo que dejar los estudios para entrarle al negocio, ofreciendo cortinas casa por casa, puerta por puerta, en el mismo año de 1963 en el que “Casa Miguel” cambia de nombre a “Decoraciones NyRSA”.
La vida de Miguel Nohemí Guerra cambió en un instante del año de 1970, el día 26 de marzo, pues de manera repentina, su señor padre falleció, y fue entonces cuando, por intereses personales, decidió dejar el negocio familiar para buscar abrirse camino de manera personal en el mundo de los negocios. En esa intentona, sus hermanos le decían: “Miguel, no te arriesgues, no la vas a hacer”. Sin embargo, Miguel firme en sus decisiones, y como buen comerciante —como lo somos los árabes—, abrió las puertas de su negocio el 13 de febrero de 1971, al cual puso el nombre de “Decoración Profesional”, sobre el Blvd. Constitución, hoy Venustiano Carranza.
Don Miguel, hombre de negocios, hombre visionario, que sabe que el arriesgar en el negocio aunado al trabajo es éxito seguro, realizó la hazaña comercial en 1981, cuando abrió su nueva tienda, ubicada en aquel momento en la carretera a Monterrey. En aquellos años cuando nuestra hermosa ciudad de Saltillo terminaba en el Reloj de la Ford, Miguel se aventuró y cimentó su negocio más hacia el norte. Lugar en el cual hoy, junto a su esposa Pamela y sus hijos Miguel y Moisés, sigue en la venta de artículos de decoración para oficinas y el hogar.
Cuando Miguel nació, su padre aseguró, gritando a los cuatro vientos, que su hijo había nacido con estrella, motivo por el cual no es de extrañar que el logotipo de “Decoración Profesional”, en su parte superior, esté rematada con una estrella. Y ante la predicción de sus hermanos, que le habían dicho que no la iba hacer, cuando vean las camionetas de “Decoración Profesional” podrán leer la frase: “No que no la hacía”
Don Miguel hombre de bien, quien, junto a su esposa Pamela, que en realidad no se llama Pamela, les han enseñado a sus hijos que el trabajo honesto te abre las puertas al éxito y una ventana grande a la felicidad.
Autor
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Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona.
Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas.
*El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.
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