Hacia un modelo de sustentabilidad: las electrolineras
A principios del siglo pasado, para ser precisos, en el año de 1900, en la ciudad de Nueva York sobre la Quinta Avenida, se podía observar que gran parte de la movilidad se llevaba a cabo a través de carretas y carrozas con caballos, y solo había unos cuantos vehículos de combustión circulando por la ciudad. Para el año de 1913, gran parte de la movilidad ya se realizaba con vehículos automotores, y solo había unas pocas carretas, ¿qué fue lo que sucedió? La masificación en la instalación de estaciones de carga de gasolina permitió este incremento en la circulación de vehículos automotores, ya que antes de esto, los automóviles eran cargados con gasolina que se producía utilizando el desecho del queroseno y se compraba en farmacias, tiendas de conveniencia o refinerías locales. 100 años después, algo similar ocurrió al iniciar la comercialización de vehículos eléctricos, los cuales solo podían ser cargados en casas o solo en algunos puntos comerciales que contaban con esta tecnología, por tanto, la democratización de los vehículos eléctricos es posible, siempre y cuando existan estaciones de carga (electrolineras) para dicho fin.
Una electrolinera es un punto o estación de carga para autos eléctricos o híbridos enchufables. Son puntos de carga seguros que suelen ubicarse en centros comerciales o en espacios públicos y negocios concurridos para recargar la batería de los coches eléctricos. Las electrolineras se clasifican de acuerdo a la potencia de recarga de la batería de los vehículos eléctricos. El tiempo de recarga en las electrolineras depende del nivel y de la capacidad de voltaje de la instalación eléctrica.
Actualmente existen 3 tipos de cargadores para vehículos eléctricos: doméstica: proporciona un tipo de carga de corriente común y el tiempo de carga para un vehículo puede ir de 12 a 14 horas para una carga completa. Dependiendo del vehículo, la autonomía para su operación puede ir desde los 200 km hasta los 350 km con una sola carga. El siguiente tipo de carga es la semi-rápida, la cual requiere de 3 a 4 horas, este tipo de cargadores son los más comunes. Por último, existen las unidades de carga rápida, los cuales requieren de un transformador eléctrico para incrementar la potencia, carga rápida y de alto voltaje. Con estas unidades es posible cargar de forma completa un vehículo en un tiempo estimado de 30 a 40 minutos.
En países como Estados Unidos, Alemania y China, existen lugares para la carga de vehículos eléctricos, donde es posible encontrar hasta 100 cargadores en una misma ubicación, los cuales están dotados de facilidades como restaurantes, espacios de descanso y centros comerciales para que los usuarios puedan realizar otro tipo de actividades en cuanto sus vehículos están siendo cargados. El costo de cargar un vehículo eléctrico es en promedio 4 veces más económico que uno de combustión, generando grandes beneficios económicos para los usuarios.
En México, y derivado de la Reforma Eléctrica, el Órgano de Gobierno de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) emitió el Acuerdo por el cual se interpreta el artículo 46, fracción I de la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) para permitir la venta de energía eléctrica entre particulares. El acuerdo tiene como objetivos incentivar la inversión, investigación, innovación y competencia en la industria eléctrica, potenciando diversas actividades económicas para la venta de energía eléctrica en beneficio de los consumidores. Esta nueva regulación incentiva, además de otras posibilidades de negocio, el despliegue de estaciones para la recarga de vehículos eléctricos.
Al incentivar la construcción de infraestructura para la recarga de autos eléctricos, se beneficiará a los usuarios de este tipo de vehículos pues tendrán la posibilidad de acceder a más puntos de recarga. A la par, se promoverá el aumento en la producción de vehículos eléctricos por parte de la industria automotriz mexicana, resultando en mayores empleos, crecimiento económico, innovación en ese sector y el mejoramiento del medio ambiente.
Sin embargo, aún existen inconvenientes que podrían interferir en la industria de electrolineras. Uno de los más importantes es que al ser tecnologías de nueva generación, el índice de fallas puede ser muy alto, es decir, que existan problemas en cuanto a la distribución, cortes en el suministro de energía, y más aún, se requiere de personal debidamente capacitado para la operación de estas estaciones.
Finalmente es importante considerar la matriz energética del país. Actualmente, gran parte de la energía que se genera en México proviene de combustibles fósiles, y solo un pequeño porcentaje se genera a través de fuentes de energía renovable. Por lo tanto, la emisión de contaminantes si se vería disminuida al utilizar energía como combustible, pero es necesario incrementar la generación de energía limpia y de esta manera, crear condiciones que cumplan con el ciclo necesario para alcanzar los objetivos hacia un verdadero modelo de sustentabilidad.
Twitter: @pacotrevinoa
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