¿Cuáles son los tipos de terapia más comunes?

Así como hay distintas personalidades, los abordajes que se pueden hacer a la misma, también tienen que ser variados. A algunas personas no les sirve tanto la tradicional terapia en que la que se abordan conceptos del pasado como sí puede ver utilidad en analizar situaciones del aquí y ahora, mientras otros sentirían a esto último como una intrusión en su espacio personal que no pueden aceptar.

Para decirlo básicamente, surgieron distintos tipos de terapia en la historia de la psicología, justamente, porque hay distintos tipos de personas. Hay distintos enfoques, y por eso, tal vez, conozcas a personas a las que ir con un tipo de especialista no le funcionó y con otros sí. No hay un enfoque de la psicología mejor que otro, sino, más bien, el que cada uno necesita. A continuación, haremos un breve repaso por algunas de las terapias más comunes.

Psicoanálisis

La terapia psicoanalítica está planteada como una organizada a largo plazo, que busca una reestructuración profunda y perdurable en el tiempo en el pensamiento del paciente a tratar. Este tipo de terapia surge en la historia de la psicología, alrededor de 1896 por Sigmund Freud, conocido hasta la actualidad como el “padre el psicoanálisis”.

Algunos de los objetivos de investigación que tiene este tipo de terapia están relacionados a analizar los problemas emocionales desde el punto de vista de la infancia de la persona, la importancia de los actos fallidos o la interpretación de los sueños. Considera que las personas desconocen los factores que marcan sus emociones o comportamientos porque el ser humanos es en esencia inconsciente. Lo que busca el psicoanálisis es ver cómo esos factores inconscientes modelan el comportamiento actual del paciente y buscan generar mecanismos defensivos y síntomas que protejan a la persona de la reaparición de esos sentimientos.

Terapia cognitivo-conductual

También conocida como TCC, es otro de los estilos de terapia más populares en el país. Estas son distintas orientaciones dentro del estilo de terapia cognitiva, enfocada, sobre todo, a resolver problemáticas actuales del paciente. En un primer momento, este tipo de terapia era utilizada casi exclusivamente para tratar a personas con trastornos depresivos, pero este abanico se ha ampliado y ahora trata distintas afecciones psicológicas, como pueden ser la ansiedad.

Según esta terapia, actitudes, pensamientos o hábitos que puedan considerarse negativos, siempre son respuestas aprendidas y, por lo tanto, pueden aprenderse nuevas formas, más constructivas, para deshacerse de esos malos hábitos. Durante la terapia, se ayudará al paciente a que tome conciencia de sus creencias y comportamientos y busque modificarlos por juicios más cercanos a la realidad.

Terapia sistémica breve

Este tipo de terapia apunta a resolver problemas específicos que se le estén presentando a la persona en un momento determinado. Consideran como primordial a la hora de analizar las dificultades por las que el paciente está pasando, su relación consigo mismo y con su entorno, dando a entender que algo podría estar funcionando mal en su aparato social más cercano, es decir su sistema familiar o su pareja.

En este sentido, el objetivo de un psicólogo de este tipo de terapia se encargará de que la persona pueda generar nuevas maneras de interactuar con sus personas cercanas, buscando lo que mejor se acople a las expectativas que se tengan. Este tipo de terapia, justamente por lo que nos puede indicar su nombre, no suele pasarse de las 16 sesiones.

Terapia Gestalt

Al contrario de lo que se proponía en las terapias anteriormente mencionadas, la Gestalt propone aceptar al paciente tal como es, en vez de intentar cambiarlo. Este es el principal objetivo de esta práctica humanista: que el paciente logre la aceptación de sí mismo. Cuando alguien no se acepta y quiere cambiarse, o quiere cambiar por el consejo de otro psicoanalista, para los terapeutas Gestalt, esto traerá problemas, ya que los deseos de ser alguien diferente, vienen, por lo general, de fantasías e ideas alejadas de la experiencia.

Es un enfoque desarrollado por Fritz Perls, Laura Perls y Paul Goodman entre las décadas de 1940 y 1950 y está apuntado al presente, a relacionarse con las emociones experimentadas por el paciente en su vida actual. En este tipo de terapia, la relación terapéutica será considerada la principal herramienta de cambio.

Terapia breve centrada en soluciones

Este tipo de terapia busca solucionar los problemas que pueda tener de manera rápida, eficiente y menos dolorosa para el paciente. Al contrario de la mayoría de las terapias psicoanalíticas tradicionales, la terapia breve centrada en soluciones no tiene su enfoque en el pasado de la persona y solamente la “visita” en dos ocasiones: si el paciente considera que es necesario para resolver un problema de su presente o si el terapeuta considera que puede dar recursos extra como soluciones al problema que la terapia ha planteado.

Este tipo de terapia está apuntado más hacia lo que el paciente está buscando alcanzar que a lo que está intentando dejar atrás. No se pregunta acerca del problema, sino sobre cuáles son las mejores expectativas que el paciente tiene con la terapia que está comenzando.

Terapia racional emotiva conductual

Cerramos esta lista que habla sobre la importancia del psicoanálisis, hablando de la Terapia racional emotiva conductual o TREC, que forma también parte del espectro de las terapias conductuales, y es una psicoterapia que funciona como “progresión” de las racionales y las racionales-emotivas, desarrollada por Albert Ellis en 1955. Según este tipo de análisis, los pacientes tienen situaciones no deseadas que son las detonantes de que tengan creencias racionales e irracionales.

Según este tratamiento, esas creencias que el paciente desarrolla, conducen a consecuencias, tanto sea de comportamiento, como de pensamiento o emocionales. El objetivo de esta terapia es que la persona atendida pueda enfrentarse a las creencias que no son racionales y pueda, en su lugar, aceptar alternativas más racionales y adaptadas, que le permitan tener una mirada más positiva de la vida, mejorando sus emociones, sus pensamientos y sus comportamientos en sociedad.