POR KARINA MEDINA
Checo Pérez: lo que nos une
La historia del automovilismo en México se remonta a 1959, cuando el presidente de la República, Adolfo López Mateos —un gran aficionado— decidió construir un autódromo en el interior de la Ciudad Deportiva Magdalena Mixhuca. Posteriormente se llamaría Hermanos Rodríguez, en honor a los pilotos mexicanos Ricardo y Pedro.
Más allá de cómo la política fue clave para construir la historia de los Grandes Premios de Fórmula 1 en México, esto trata de cómo el sueño de una persona dentro del automovilismo termina por unir a una nación entera.
Sin duda, nuestro país es rico en historia, tradición, gastronomía y cultura. Estos elementos que conforman nuestra identidad son nuestro orgullo dentro y fuera del país ya que nos representan.
Por el contrario, existen también aquellos temas complejos que lejos de unirnos, nos separan. Las creencias religiosas, ideologías políticas y hablando de deporte, el futbol.
Sin embargo, el arduo trabajo y la determinación que ha tenido Checo Pérez, piloto mexicano, para materializar sus sueños, ha terminado por unir a millones de mexicanos, a quienes nos ha transmitido —me incluyo— la pasión por el automovilismo, pero sobre todo el orgullo de poner en alto el nombre de México.
Y no es cualquier cosa si tomamos en cuenta el momento político y social en el que nos encontramos. La era digital y las plataformas de redes sociales han ayudado a que hoy en día exista una marcada polarización.
Dentro del humor social de la ciudadanía en México prevalece la separación: ellos, nosotros, izquierda, derecha, fifis, chairos. Es por eso por lo que cobra gran relevancia la unión que representa los sueños de una sola persona.
Checo Pérez, despertó en millones de mexicanos esa hambre y determinación que nos conecta en cada una de sus carreras, y no solo por sus triunfos, sino también por sus fracasos, y por su historia de vida, llena de carencias y dificultades que gracias a sus valores y su carácter ha sabido capitalizar: ¡Never Give Up!
Ojalá que el día de mañana tengamos más Checo Pérez, no solo en el automovilismo, sino en cualquier deporte, en cualquier ámbito. Ojalá existan las oportunidades en nuestra sociedad para que más personas en México sean capaces de compartir y transmitirnos esos sueños que terminamos por apropiarnos.
Que sean más las personas que nos unen, y menos esas que nos separan.
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