COMO DECÍA MI ABUELA

«Dormir en sus laureles»…

Siempre me tomé el estudio con seriedad, en parte porque me gustaba, pero también porque tenía la impresión de que algo catastrófico podría ocurrir si sacaba malas calificaciones. Sin embargo, eso no me salvó de sacar un 6.66 en un exámen rápido de matemáticas en 5to. de primaria. Muy triste, se lo comenté a mi abuela el fin de semana que fuí a visitarla, a lo que mi abuela me respondió: «ni modo hijita, te quedaste dormida en tus laureles» y me sirvió un durazno en almíbar para endulzar el amargo rato.

La semana pasada se dió a conocer la desaparición de la joven saltillense Evelyn Aidé de 16 años de edad. A través de redes sociales, su madre y miembros de su familia y la comunidad compartimos la ficha de búsqueda a fin de lograr su pronta localización. El martes 18 de octubre, el INEGI dió a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana dónde Saltillo se ubicó como la capital más segura del país, y apenas dos días después, se localizó el cuerpo sin vida de Aidé en un domicilio ubicado en la colonia Rancho Las Varas,de esta ciudad capital.

Esta terrible noticia nos dió un tremendo revés que ojalá sirva para la reflexión: ser la ciudad más segura para vivir, en un país donde diariamente asesinan a más de 10 mujeres, no es para quedarnos «dormidos en nuestros laureles» y congraciarnos de los logros que en materia de seguridad se han alcanzado en el Estado. No pensemos que por tener mejores niveles de seguridad que otras ciudades o Estados en el país, aquí en Saltillo, no pasa nada. Y ojalá las autoridades tampoco lo piensen y sigan trabajando para que las estadísticas alcancen a reflejarse para todos los habitantes de la ciudad.

Ahora bien, la noticia del feminicidio de Evelyn fué cubierta por distintos medios que la revictimizaron colocando titulares y resúmenes de la nota con pormenores escandalosos sobre las actividades que realizaba la joven y la forma en que fué hallado su cuerpo. No voy a repetir aquí los detalles, porque ninguna víctima ni sus familiares merecen revivir el dolor en pos de los likes o las vistas de ninguna nota ni medio de comunicación. Me parece vergonzoso y reprochable, que los compañeros periodistas no tengan el mínimo respeto ante la audiencia y que no comprendan que, cómo medios de comunicación, lo que decimos y cómo lo decimos importa, y que también participamos en la construcción del tipo de sociedad en el que habitamos. Seguimos estigmatizado a las víctimas, aunque las mujeres cantemos a coro «y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía» la sociedad sigue dándole peso a estas ideas por lo que, la sociedad misma,  termina justificando lo que le sucedió a la víctima y disculpando al agresor.

A este respecto también se hicieron señalamientos sobre la salud mental del presunto feminicida, en los que se asevera que cuenta con un diagnóstico de «psicópata» emitido por el CESAME. En otra nota, se señala que, al ser vinculado a proceso, Alejandro «N» alegó que se encuentra bajo tratamiento en el mismo centro de salud, pero señala que este es por «depresión y ansiedad severa».

Dichas aseveraciones, no abonan a qué el abordaje de la información sea objetivo, por el contrario, contribuyen al estigma de la salud mental en nuestra sociedad. Es muy diferente el tratamiento que tendría que darse a una persona con ansiedad o depresión al de una persona con «trastorno de personalidad psicopática», además de que, las características de estos padecimientos son muy diferentes y de igual manera, son distintas las repercusiones en la vida del individuo que padece uno u otro.

Para quienes piensan que estos datos son relevantes para determinar la imputabilidad del hecho delictivo al ahora detenido, es necesario aclarar que, una persona inimputable es aquella que es incapaz de reconocer las consecuencias jurídicas de un hecho o el hecho en sí mismo, es decir que tenga desconexión con la realidad o que no la comprenda. Ninguno de los padecimientos mentales a los que se hace mención en estas notas cuenta con estas características por lo que es difícil pensar que se puede exculpar a Alejandro «N» por el delito de feminicidio cometido en contra de Evelyn. Además, las personas con cualquiera de éstos diagnósticos,se pueden ver afectadas de manera negativa, al leer estas notas y los comentarios denigrantes respecto a la salud mental, por lo que estos detalles sólo contribuyen a desinformar a la sociedad en general y a estigmatizar a las personas con padecimientos mentales bajo la etiqueta de «posibles delincuentes».

Llamo a los compañeros de prensa a capacitarse respecto al planteamiento de este tipo de notas y a limitarse a abordar los hechos con responsabilidad y sin explotar el morbo. A no «dormirse en sus laureles» pensando que es suficiente con lo que ya saben y adentrarse en los temas de violencia contra la mujer y salud mental para no desinformar y contribuir de manera positiva, para que la sociedad en qué vivimos, sea cada vez, una sociedad más consciente e informada.

Por último, pero no menos importante, aprovecho para hacer extensiva la invitación a toda la comunidad, para asistir a la marcha que se realizará en memoria de Evelyn Aidé el día domingo 30 de octubre a partir de las 2:00 PM partiendo de la Gran Plaza hacia el centro de la ciudad. Que no nos «durmamos en nuestros laureles» y entendamos que una sociedad justa con las mujeres, es una mejor sociedad para todos.