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¿Llega la 14 al club América?

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19 septiembre, 2022

El Club América está en un momento de gracias. Fernando Ortiz logró conjuntar un equipo que venía de varios fracasos consecutivos y ha goleado a casi todo mundo que se le pone en frente.

“El Tano” llegó como bombero a apagar el problema que dejó Santiago Solari que no pudo conseguir un título y en su última temporada se le rompió completamente el equipo. La temporada regulada lo hacían bien, pero en liguilla sufrieron y hasta cayeron con Pumas por goleada.

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¿Qué pasó con las águilas?

Con Solari ganaban, pero no convencían, fueron líderes del torneo regular. La liguilla se les indigestó y quedaron fuera en dos ocasiones de manera bastante tonta. Al entrar a la fase final el equipo era otro.

Pero aun así, con el liderato, el equipo no dominaba, no convencía. Solari era muy pragmático y jugaba seguro. Obviamente con el equipo que manejaba los resultados salían. Pero recuerden, ningún partido dominaban y a veces jugaban mal, pero sacaban los puntos.

Al americanismo no le gustaba mucho el juego del “Indiecito” pero su personalidad se ganó a la grada, y aparte tenía al equipo en lo más alto. Pero si hay una afición exigente es la de las águilas. En Coapa se debe de ganar, golear y gustar. Solari solo ganaba.

La eliminación contra Pumas en el Apertura 2021 fue la gota que derramó el vaso y hasta Santiago Baños, el director deportivo, fue duramente criticado porque en el América perder contra la UNAM es imperdonable. Se pensó que vendría una limpia.

Muchos jugadores fueron señalados por la falta de entrega en esa fase final. Para el Clausura 2022 el América estaba estancado, no funcionaba nada. 1 victoria en 7 partidos y adiós Solari. Entró el “Tano” al rescate, y después de sacarlos de la inercia negativa, ligó 6 partidos sin derrota.

Pero una vez más la liguilla fue la perdición. El Pachuca los eliminó goleándolos en el Hidalgo y las críticas fueron enormes de nuevo. El América no competía y se estaba acostumbrando a perder. Inaceptable para la grandeza del club.

Para este torneo, en lugar de una reestructura completa, desde la directiva se planeó algo más ligero. Había que reforzar la zona baja y esperar a que los refuerzos del torneo pasado como Diego Valdés explotaran. Ya había paso su periodo de adaptación y se les tenía que exigir.

En el mercado decidieron dar fuertes golpes con la contratación de Jonathan Rodríguez y Néstor Araujo. Hace mucho que el club capitalino no invertía tanto en jugadores de primer nivel y eso alimentó las esperanzas de la afición, que no se ilusionaba hasta no ver resultados.

¿Qué hace diferente a este Ame?

Fernando Ortiz es serio. No se mete en problemas y con trabajo ha demostrado su capacidad. Cuando llegó la verdad nadie lo quería porque no era “americanista” y no conocía el club. Estuvo como jugador en una corta etapa, pero los especialistas y exjugadores del América no entendían por qué lo habían escogido.

Se pensó que Baños estaba haciendo las cosas mal. Pero Fernando Ortiz tiene experiencia en los banquillos y ya estaba en club como parte de la Sub 20 del club que dejó encaminado y salió campeón de la categoría.

Con el primer equipo cerró con todo el torneo pasado, pero la inexperiencia en liguillas le pasó factura. Este torneo inició con una victoria en 5 partidos, se pidió paciencia y los resultados ahora lo avalan.

3 a Pachuca, 3 a Pumas de visita y una historia goleada de 7 goles en el Clásico joven ante el Cruz Azul, ponen al Ame como favorito para levantar el título por la manera como están jugando.

Jugadores como Henry Martín y Álvaro Fidalgo tomaron un nivel espectacular que se nota de inmediato. “La Bomba” por fin está siendo un goleador importante que da puntos y no mete goles intrascendentes.

Desde hace varias temporadas la afición le reclamaba al jugador mexicano que explotara en momentos importantes y que sus goles dieran puntos y no fueran uno más del marcador final. Para este torneo, con la motivación de ir a Qatar como parte del equipo de Gerardo Martino, a Martin se le ve sin miedo. Anota goles que suman y aparte es parte de las acciones ofensivas del equipo, pues está sumando asistencias y pases clave para sus compañeros.

En el caso de Fidalgo le faltaba dar ese estirón, pues cuando llegó se notaba que era distinto, pero no era constante. De la mano de Ortiz se ha convertido en uno de los mejores volantes ofensivos más determinantes de México.

Crea y distribuye, aparte sabe conducir y tiene un timing impecable al momento de soltar la pelota. De sus pies nace todo el juego del ave. A esto le agregamos que tiene gol. Fidalgo con ritmo sin duda es capaz de guiar al ave a un título.

Diego Valdés arrancó tarde, pero ya se parece a su mejor versión de Santos. Esa habilidad de generar y disparar se está notando y después de un muy flojo arranque y una primera temporada mala, el chileno está para cosas grandes.

El nuevo americanista Jonathan Rodríguez llegó con muchas dudas, pues en su aventura por Arabia no hizo absolutamente nada. Anotó un solo gol y se decía que no tenía ritmo. Pero empezó a tener minutos y a anotar goles, incluido uno a su ex equipo.

Después de un periodo de prueba y error, encontró un equilibro al poner dos pivotes en media cancha y jugar con tres volantes delante de ellos para dejar a Henry Martín como único punta. Este dibujo ofensivo le da muchísimas variantes, porque Zendejas, que está en un buen nivel, termina como segundo delantero y Ell Cabecita puede también incorporarse en esa posición.

El dinamismo de Fidalgo y Richard Sánchez hacen que la media esté en constante movimiento, y si le agregamos a Pedro Aquino, que también es una aspiradora y sabe distribuir el América es muy fuerte adelante.

Roger Martínez está lesionado, pero si se alcanza a recuperar la delantera del cuadro azulcrema tendría muchísimo poder.

¿Pueden ganar el título? Sí. El equipo está comprometido en todas las líneas, desde la portería con un Ochoa imperial hasta la delantera. Se nota la unidad y el vestidor está compacto. Les dolió todo lo que se dijo y están demostrando que son grandes.

La tarea pendiente es la liguilla. Llegar ya no es suficiente, es obligación. ¿Llega la 14 esta temporada?