Lupe Chávez
En esta ocasión te platico de un Saltillense por adopción, quien literalmente fue el primer sarapero, y esto a pesar de haber nacido en San Francisco del Oro en Chihuahua el 6 de mayo de 1949. Me refiero al pelotero Guadalupe Chávez Baeza, hijo de Doña Petra Baeza y Don Manuel Chávez.
El día 8 de diciembre del no tan lejano año de 1969, Lupe Chávez, con tan sólo 20 años, fue el primer jugador fichado por los Saraperos de Saltillo para dar inicio a la tradición del béisbol en nuestra hermosa ciudad.
Lupe llegó a Saltillo procedente de la sultana del norte, donde había jugado ya tres temporadas en la posición de short stop, llegando a ser reconocido como el mejor parador en corto de toda la liga profesional en la década de los 70´s.
Hablar de Lupe Chávez es hablar no sólo de los Saraperos de Saltillo, sino del béisbol en México, y es que sus estadísticas son verdaderamente impresionantes: 831 carreras anotadas, 1,633 imparables en 1,659 juegos, con 5,848 turnos al bat y logrando en 52 de estos envasarse hasta la tercera base, con un porcentaje de 0.279.
Fue integrante de la novena que logró alzar el campeonato de la Liga Mexicana del Béisbol en 1980.
En distintas ediciones de varias revistas especializadas en béisbol en México fue el protagonista de la portada. Logró hacer gran mancuerna con Gabriel Lugo y Juan Navarrete, peloteros con quienes realizó gran cantidad de dobles plays.
Se casó el 20 de septiembre de 1979 con Malena Treviño, con quien procreó y educó a Analú, Eddie y Santiago. Éste último continúa construyendo el legado de Lupe y del béisbol en Saltillo, pues ha jugado en distintos clubs de equipos de las grandes ligas de los Estados Unidos, como los Atléticos de Oakland y los Marlins de Florida.
Después de 15 años portando la casaca del sarape, el 21 de abril de 1985, el ya Saltillense por adopción y parador en corto José Guadalupe Chávez Baeza se retiró como jugador de los Saraperos en el Parque Madero. En palabras propias del pelotero: “Fueron 15 años que se dicen fácil, pero hay que aguantarlos y producir. Jugar todos los días y hacerlo bien”.
Después de haber dejado al diamante como jugador activo, su amor por el béisbol y por los Saraperos lo llevaron a convertirse en coach de bateo de la novena de nuestros amores.
Casualidades hay muchas, como son las 15 temporadas que jugó con los Saraperos, número idéntico al que cargaba en su dorsal. Y otras más llamativas, como el hecho de que su señor padre, a pesar de estar siempre al pendiente de su carrera como pelotero, no entendía nada del béisbol
Definitivamente Lupe Chávez, su historia, su legado y por supuesto los Saraperos son algo muy de Saltillo y que vale la pena presumir.
AVISO DE OCASIÓN:
A los viajeros: compro aparejos de mulas. De preferencia en Zacatecas. Hablen con mi hermano Cristóbal, él me representa. Sin más, Bartolomé de Herrera.
Anuncio publicado el 10 de febrero de 1615 en la Villa de Santiago del Saltillo.
Autor
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Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona.
Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas.
*El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.
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