CLAVE DE FA  

 

El escándalo le pasa factura a Boris Johnson

En el Reino Unido ha habido primeros ministros con estilos peculiares como Margaret Thatcher, conocida como la Dama de Hierro, o Winston Churchill, que tuvo algunos episodios controversiales por supuesta corrupción, posturas racistas o sus excesos con el alcohol. Pero sin duda, el más polémico de los últimos tiempos es Boris Johnson, también llamado el Trump británico. Pues resulta que el viernes pasado, Johnson renuncia al cargo, por una serie de escándalos. Pero vamos por partes, lo primero es tener en cuenta cómo se elige al primer ministro.

Bueno, en principio la reina puede designar a quien quiera como primer ministro y despedirlo cuando sea su voluntad, pero tradicionalmente para guardar las formas democráticas, escoge al líder de la bancada que tenga más escaños en la Casa de los Comunes, es decir la cámara baja del Parlamento. En este caso el Partido Conservador es quien tiene la mayoría, y por lo tanto de entre sus miembros se elige a la cabeza de la bancada, que se convierte en el jefe del gobierno británico.

Boris Johnson, uno de los principales impulsores del Brexit, llegó a este puesto en el 2019. Pero tan solo dos meses después de llegar al cargo, comenzó la turbulencia por extralimitar sus atribuciones oficiales y algunas filtraciones de comunicaciones oficiales.

Pero los dos escándalos más fuertes fueron que durante la pandemia su gobierno impuso restricciones severas a la población para llevar a cabo reuniones sociales, inclusive le dieron facultades a la policía de entrar a cualquier domicilio para verificar que no hubiera personas fuera del núcleo familiar reunidas. Mientras tanto, él organizaba señoras fiestas en número 10 de Downing Street, la residencia oficial. Esta es la primera vez que multan a un primer ministro.

Y el segundo, y gota que derrama el vaso, fue tratar de bloquear los intentos por sancionar a su vicecoordinador de la bancada que fue acusado de acosar sexualmente a dos hombres en una fiesta. De ahí se desencadenó una serie de renuncias de 60 miembros del equipo de Johnson, la mitad del personal a su cargo, en protesta por esta postura.

Más allá de los escándalos, Johnson se ve forzado a renunciar por la pérdida de la confianza ciudadana porque para la sociedad británica el abuso de poder y la impunidad son cosa seria, y seguramente para Su Majestad también. Así pues, la Reina Isabel deberá designar al siguiente primer ministro, el número 15 desde que es la soberana, en aras de reestablecer la imagen del cargo. A ver que propone el Partido Conservador.

 

Israel Navarro es Estratega Político del Instituto de Artes y Oficios en Comunicación Estratégica. Twitter @navarroisrael

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El Heraldo de Saltillo
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