La Diputación Permanente del Congreso del Estado, durante la primera sesión del Segundo Periodo, aprobó un dictamen con punto de acuerdo, con el propósito solicitar de manera respetuosa al Secretario de Salud del Estado, Doctor Roberto Bernal Gómez, se sirva dar a conocer al Congreso, para los efectos a que haya lugar, cuántos y cuáles Ayuntamientos de la Entidad han estado en posibilidades de cumplir con la instalación y mantenimiento de desfibriladores automáticos externos, como lo establece el artículo 9 de la Ley de Cardioprotección del Estado
El dictamen con punto de acuerdo fue presentado por la Comisión de Salud, Medio Ambiente, Recursos Naturales y Agua, en atención a una propuesta del diputado Francisco Javier Cortez Gómez.
Entre las consideraciones, el diputado Cortez Gómez expuso que las enfermedades cardiovasculares ocupan en Coahuila el octavo lugar de causa de muerte, y entre sus principales factores de riesgo, se encuentran el consumo excesivo de refrescos, de sal y alimentos procesados con alto contenido de sodio.
Por tal razón, dijo, contar con un desfibrilador en ciertos espacios, sobre todo aquellos con mayor concentración de personas, se hace cada vez más necesario, pues su uso marca la diferencia en la supervivencia de una persona en situación de accidente cardiovascular.
También, manifestó que es preciso educar ampliamente a la población sobre salud cardiovascular, en todos los niveles educativos y en todos los ámbitos de la salud, en el entendido de que la prevención es lo más eficaz para revertir esas cifras de decesos, además de que representaría un ahorro presupuestal para el sector salud.
Añadió que estos padecimientos pueden ser prevenibles, por ello es de vital importancia generar acciones que promuevan la adopción de estilos de vida más saludables que incluyan una alimentación baja en grasas, así como la disminución en el consumo de sodio y azúcares complejos, y las actividades físicas.
Finalmente, indicó que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) registró en México un total de 141 mil 800 muertes entre enero y agosto del 2020, por padecimientos cardiovasculares, convirtiéndose en la principal causa de decesos. (EL HERALDO)
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